MADRID.-
El proyecto artístico Palabra de fuego del español Santiago Sierra, previsto para llevarse a cabo el sábado pasado en la ciudad mexicana de Puerto Anapra (Chihuahua) y que tendría sus réplicas en Nueva York y en Madrid, fue suspendido por las autoridades mexicanas «en un acto de censura», aseguró su creador en un comunicado, según informa Efe.
Palabra de fuego formaba parte del Proyecto Juárez, un programa en el que participan la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y la Embajada de España en México, para denunciar la situación económica y social de algunos colectivos de la zona, incluidos los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez.
Así se detalla en el comunicado remitido ayer a los medios de comunicación en nombre del autor a través de la galería de arte Helga de Alvear, que representa al polémico creador en España.
La obra creada por Sierra consistía en la excavación en el suelo de la palabra «Sumisión» con letras de 15 metros de largo, que debían arder a una hora determinada, para poder ser vista a varios kilómetros, incluso desde el lado estadounidense de la frontera entre México y EEUU.
La policía, según este comunicado, alegó que la contaminación causada por la combustión de la obra podía ser perjudicial para el medio ambiente, aunque según su autor, que califica de «censura» la decisión tomada, cumplía con todos los trámites y permisos oficiales y su realización fue autorizada por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología del Estado de Chihuahua.
Santiago Sierra también tuvo problemas en la ciudad alemana de Pulheim, cerca de Colonia, por un proyecto artístico titulado 245 Kubikmeter (245 metros cúbicos), que consistía en una sinagoga transformada en una cámara de gas y que fue cerrada al público tras la polémica que desató entre la comunidad judía.
Entre sus obras más representativas destaca la intervención que propuso en la Bienal de Venecia, cerrando a cal y canto el pabellón de España, al que sólo se podía acceder si se acreditaba nacionalidad española. Era su forma de denunciar los problemas de la inmigración en una sociedad global que cada vez, paradójicamente, ha blindado más sus fronteras.
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