C. E. C.
PALMA.-
«No somos un gran equipo, pero tampoco somos un mal equipo. Creo que deberán pasar muchos años para que se nos pueda ver en un Mundial, pero tal vez no tantos en una Eurocopa». Así, tan desconcertante como se expresa el centrocampista internacional Bjarni Vidarsson, se puede decir que es la selección de Islandia, un conjunto considerado de tercera fila. «Sí, no somos unos elegidos, pero en agosto pasado nos enfrentamos a España en nuestra casa y no nos marcaron un solo gol». Así fue (0-0), pero la verdad es que para la expedición de Luis aquello fue cualquier cosa menos un partido. Se trató de un amistoso veraniego marcado por el comienzo de la temporada en España, la desazón que había dejado el Mundial de Alemania y un ambiente incierto en el equipo.
La realidad es más bien otra. Islandia no debería ser un gran obstáculo para España. Bien es cierto que el conjunto de Eyjólfur Sverrisson no tiene nada que ver con aquél que hace 40 años perdió en su casa ante Dinamarca por 2-14. «Hemos ido creciendo, pero muy poco a poco», afirma este impetuoso técnico.
Sin duda, el hecho de que la Premier League haya desplazado en los últimos años a una buena delegación de sus ojeadores a los países del norte de Europa ha ayudado bastante. Más que eso, ha variado la historia formidablemente. La referencia más clara es la del delantero del Barcelona, ex del Chelsea, Einur Gudjohnsen, representante de un montón de compatriotas que se reparten en la máxima categoría inglesa.
Una prueba de lo complicado que le ha sido a este país fabricar futbolistas queda ejemplarizada de forma estelar con la figura del rubio suplente del conjunto catalán: hace nueve años se convirtió en el primer futbolista que sustituyó a su padre en un partido internacional. Tenía 17 años, y Arnor, su padre, 35. Islandia ganó por 3-2 a Estonia y, por cierto, uno de los goles lo hizo Gudjohnsen padre.
«Fue algo muy bonito para mí», dice el atacante azulgrana, que da por supuesta la victoria española. «Lo normal es que perdamos, pero tenemos que hacerlo con la mayor dignidad posible», afirma. Un compañero suyo de club, Puyol será el principal encargado de marcarle: «La verdad es que no sé muy bien cómo hacerlo», bromea el catalán, que reconoce haberse enfrentado a él sólo en los entrenamientos.
Luis sabe por dónde puede llegar el peligro de un equipo que le proporciona algún que otro motivo razonable para no estar tan tranquilo como sugiere Gudjohnsen. El seleccionador español hizo ayer hincapié no sólo en la figura de su delantero centro, lo mejor desde luego, sino en la fuerza de sus bandas. De esa forma, Islandia logró nada menos que golear por 0-3 a Irlanda en Belfast, un sitio de infausto recuerdo para España, que arrastra y de qué manera haber caído allí hace unos meses. La misma Islandia se estrelló en Riga por 0-4 ante Letonia, otro de esos conjuntos de tercera fila que, teóricamente, nunca debería hacer daño a España.
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