Por segundo día consecutivo, las malas noticias ensombrecieron el panorama económico de Estados Unidos. Los precios de las casas de segunda mano cayeron en enero a territorio negativo por primera vez en mas de una década. En concreto, el indicador compuesto de Standard & Poor's/Case-Shiller, que sondea mes a mes la evolución de los precios de las propiedades en 10 áreas urbanas de EEUU, cayó un 0,6%, hasta 220,90 puntos. En tasa anual, el índice cedió un 0,7%.

Estos datos vienen a incrementar la preocupación creciente sobre la ralentización del mercado inmobiliario estadounidense, en un momento, además, marcado por la crisis de las entidades hipotecarias de alto riesgo. El lunes se conoció que las ventas de vivienda nueva cedieron un 3,9% en enero, hasta las 848.000 unidades, lo que supone el número más bajo en términos interanuales desde junio de 2000.

Ayer también se conoció que la confianza del consumidor cayó en marzo cuatro puntos respecto al mes anterior, hasta situarse en los 107,2 puntos, un descenso mucho mayor del esperado por los analistas y que refleja la incertidumbre generada por el comportamiento en los mercados y el incremento en el precio de los combustibles.

El descenso es el primero registrado en cinco meses en este índice elaborado por el Instituto Conference Board, y subraya «el temor al futuro a corto plazo», señaló la directora de la unidad de investigación para el consumidor, Lynn Franco.

La mayor desconfianza por parte de los ciudadanos estadounidenses contrastó con una mejora del sentimiento de los empresarios germanos. El índice Ifo de Alemania aumentó ligeramente en marzo hasta 107,7 puntos, frente a 107 en febrero, unas cifras que dieron más alas al euro.

«La moneda europea va a proseguir su avance a lo largo del año y va a coronar nuevos máximos», afirma un analista de Citigroup.