Miércoles, 28 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6310.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
El peor enemigo es el que está encubierto (Séneca)
 ESPAÑA
EL BLOC DE...
Mareando la perdiz
Luis del Pino

Tráfico. Un fantasma recorre el juicio: el fantasma de la nitroglicerina. Le presta un aire irreal, un aire espeso y con olor a almendras amargas, a casi todo lo que uno escucha. Un teatro del absurdo travestido de drama pirandelliano: mineros y confidentes en busca de autor, en perpetua persecución de una trama que les preste sentido, de una historia que en realidad ya no le importa a nadie. Porque si en los trenes estalló algo que contenía nitroglicerina, ¿qué tiene que ver con el 11-M toda esta pantomima cutre de mineros corruptos, de confidentes traidores, de policías ineptos, de moritos dudosos? ¿Hubo realmente un transporte de Goma 2 ECO aquel 28 de febrero de 2004? Probablemente ni eso. Pero, aunque lo hubiera habido, ¿qué importancia tiene, si en los trenes estalló otra cosa?

Publicidad
'Gitanillo'. Un ejemplo: el testimonio de El Gitanillo. Tres veces ha cambiado su declaración delante del juez Del Olmo. A este prodigio de coherencia, la fiscal le ha sometido a un interrogatorio en el que sólo le ha faltado responder por el testigo. El Gitanillo enfrentaba sus monosílabos a la obsequiosidad de una Olga Sánchez que parecía aferrarse a la única historia (aunque sea falsa) que le parece coherente en todo este teatro. El abogado de Trashorras ni siquiera ha necesitado emplearse a fondo. «¿Está usted diciendo hoy la verdad?», le ha preguntado Bermúdez a El Gitanillo. El sentido con el que el juez lo inquiría era bien distinto, pero la pregunta pone de manifiesto el problema fundamental: el testimonio apesta de principio a fin. Y, sin embargo, ¿qué importancia tiene? Tenga o no razón El Gitanillo en sus acusaciones a Trashorras, ¿qué tiene eso que ver con lo que estalló en los trenes?

Inhibidores. Quizá lo único salvable sea la declaración de una de las personas que estuvo temporalmente a cargo del operativo en Leganés. Él oyó voces dentro de aquel piso maldito. Oyó también cómo alguien acumulaba bolsas delante de la puerta. Pudo utilizar su teléfono sin problemas, así que los inhibidores no estuvieron funcionando toda la tarde. ¿Qué pasó en Leganés? Algunos de los próximos testigos pueden darnos muchas claves.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad