En Madrid, muchas cafeterías tenían sintonizado el programa de TVE cuando se produjo la respuesta de José Luis Rodríguez Zapatero, que provocó hilaridad. Los precios del café en la capital de España no bajan de 1,10 euros. Es más, muchos hosteleros precisaron que lo más bajo que llegó a estar su coste fue en 2002, con la llegada del euro: entonces, como poco, ya se pagaban 90 céntimos.

Así, en la zona próxima a la sede socialista de la calle de Ferraz el café más barato se toma por 1,10 euros en Oh! Rosal o en La Rosaleda. 1,20 euros vale en el bar Cesáreo y 1,25 en el Villa de Madrid. Más caro les sale a los populares: en la calle de Génova, una tacita cuesta 1,50 en Plaza 66 y 1,65 en la cafetería Riofrío.

En el corazón de la capital, puede disfrutarse de un café por 1,20 euros en la conocida cafetería Nebraska, o por 1,50 en el Café Zahara, ambos en la Gran Vía. En el Círculo de Bellas Artes, cercano al Congreso de los Diputados, cuesta 1,70, el mismo precio que en las cafeterías José Luis, y que en el Pepe Botella, en la plaza del 2 de mayo. Los cada vez más abundantes Starbucks lo cobran a 1,35 en el mejor de los casos: un vasito pequeño de café solo. Y en los locales selectos, su valor se dispara: hasta 3,20 euros se pagan en el Café Gijón. ¿Dónde le cobran a Zapatero 80 céntimos por sus cafés?

Por provincias, EL MUNDO realizó ayer un estudio aleatorio en las cafeterías más cercanas a cada una de las delegaciones de este diario. El café más barato se toma una hora antes y sin IVA: en Tenerife y Las Palmas su precio sí coincide con los 80 céntimos que el presidente Zapatero considera que cuesta. Pero en ningún otro sitio.

En Castellón, vale 90 céntimos y, a partir de ahí, se rebasa la frontera del euro: uno en Málaga, Almería, Valladolid, Burgos, León y Soria; 1,10 en Sevilla, Barcelona y Alicante; 1,15 en Huelva, y 1,20 en Baleares, Valencia, Vizcaya, Guipúzcoa y Alava.