MADRID. - Sanidad va a medir las obesidades reales de los españoles porque no se fía de su propia estadística actual, «datos antiguos» que adelgazan la verdad y no cuentan que hay más gordos de ese 50% oficial de ciudadanos con sobrepeso.
Si eso lo reconoce una ministra de salud es que sabe que los kilos de la calle le sobresalen por la cintura a la política sanitaria. «La obesidad es más importante que lo que indica la estadística, está subestimada. Nos manejamos con datos antiguos, que se han obtenido más por las declaraciones de las personas que por las mediciones de los profesionales. Se pregunta cuánto pesa usted, pero no se le pesa ni se le mide».
El mismísimo Ministerio reconoce que las encuestas nacionales de Salud que fabrica aproximadamente cada dos años «no informan sobre la obesidad abdominal, la que representa un mayor riesgo cardiovascular». Además, «los datos de peso y talla con los que se construye el índice de masa corporal son los que aportan los sujetos y no proceden de una medición objetiva».
Elena Salgado hizo ayer un hueco en una jornada sobre la Estrategia Naos (Nutrición, Actividad Física, prevención de la Obesidad y Salud) para adelantar a los periodistas que su Ministerio y la Universidad Autónoma de Madrid van a estudiar a 14.000 hombres y mujeres de toda España para conocer las causas reales de la obesidad y su incidencia en las enfermedades cardiovasculares, las que matan a 125.000 personas cada año y que actualmente son la primera causa de muerte y hospitalización en España.
Para desenredar esa madeja formada por la gordura, los hábitos alimentarios y el peligro de infarto, el estudio epidemiológico Enrica (Estudio Nacional de Riesgo Cardiovascular, Obesidad y Alimentación) analizará durante un año varios aspectos de cada individuo.
Por ejemplo, el consumo alimentario; el peso, la talla, la circunferencia de la cintura y la de la cadera; y los factores de riesgo cardiovascular ligados a los hábitos de vida (tabaco, alcohol, sedentarismo, actividad física) y los de naturaleza biológica (presión arterial, colesterol, etcétera).
«La obesidad abdominal no se mide, y sabemos que más de 88 centímetros en los hombres y 102 en las mujeres puede indicar un riesgo cardiovascular», dijo ayer Salgado un poco antes de insistir en que la obesidad «es un problema de salud, no de estética».
Cuando pronunció esa última palabra, una periodista le preguntó por el programa de Antena 3 Cambio radical, un reality que financia, filma y aísla durante dos meses a personas que se someten a varias intervenciones quirúrgicas de estética para lo que consideran mejorar su aspecto externo. «Debemos pensar que no hay un único modelo de belleza. De cualquier forma, no se deben frivolizar las intervenciones estéticas, un tipo de cirugía que conlleva algunos riesgos. No es buena idea frivolizar».
Pero, ¿hará algo el Ministerio contra el programa?, le repreguntaron a una ministra a la que le han colgado el cartel de prohibidora oficial del reino. «Aunque no es tarea del Ministerio de Sanidad retirar programas de televisión, de momento no hay ninguna razón que obligue a intervenir. Compartimos la idea de las sociedades científicas, que van a estar atentas al programa, y aunque es difícil predecir el futuro, la señal no es adecuada», contestó Salgado, que no engordará con la tele de su casa los ratios de audiencia del último invento de Antena 3.