PEDRO VILLORA
Lo que para un español son los Sonetos del amor oscuro, de Federico García Lorca, para un británico lo son los Sonetos de William Shakespeare: no sólo una de las colecciones poéticas más sublimes de toda la historia de la literatura, sino además una compleja indagación en las turbulentas aguas del amor que, como diría Oscar Wilde, «no se atreve a decir su nombre».
Si en algún texto del bardo inglés se fundamenta su posible homosexualidad, es precisamente en estos sonetos que han sido vertidos al español por grandes escritores como Agustín García Calvo, José María Alvarez o, por encima de todos, Manuel Mujica Láinez, quien por desgracia sólo publicó una selección de los mismos y no una edición completa del total de 154 poemas que componen la colección.
Alfonso Plou y Carlos Martín han creado un espectáculo titulado Sonetos de amor... y otros delirios mezclando algunos de estos sonetos con fragmentos de El sueño de una noche de verano, que de por sí es una comedia con una carga erótica y sensual propicia a plantear cualquier liberación de los sentidos y superación de todo tipo de trabas morales. En su propuesta juegan con la idea de metateatralidad o teatro dentro del teatro, que tanto se da en las obras shakespearianas de cualquier género, pues ya en tragedias como Hamlet hay una representación y también la hay precisamente en El sueño de una noche de verano, con el famoso grupo de trabajadores ensayando la fábula de los amores de Píramo y Tisbe para representarla con ocasión de unos festejos aristocráticos.
Este teatro dentro del teatro que plantean Plou y Martín es, según sus responsables, «un viaje a la raíz de lo teatral. Hemos indagado en esta historia biográfica y creativa de Shakespeare para divertirnos con ella y con la búsqueda de nuevas vías de contar artísticamente, desnudando el espacio teatral, y planteando un acercamiento comprometido entre el espectador y el delirante momento mismo del hecho artístico».
En los Sonetos, Shakespeare habla del amor del poeta por un joven, el encuentro con una dama oscura y la irrupción de un poeta rival. A lo largo de los siglos, los historiadores y críticos han hecho numerosas lecturas intentando descifrar los nombres auténticos de los protagonistas de este relato de pasiones cruzadas y su engarce con la biografía del autor. Quizá en este montaje de la compañía aragonesa Teatro del Temple esté la solución.
Sonetos de amor... y otros delirios.
A partir de hoy, en el Teatro Galileo (calle de Galileo, 39)
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