Tanto el nuevo convenio como el plan industrial que detalla el volumen de producción y la fuerza laboral para fabricar el sustituto del Polo podrían estar comprometidos desde mediados del año pasado.

No obstante, las diferencias en el seno del comité de empresa y una escalada de tensión con el grupo alemán, en el que no faltaron amenazas de deslocalización y paros en las cadenas de montaje, obligaron a prorrogar el convenio anterior hasta el próximo 31 de marzo y aplazar la negociación del nuevo hasta después de las elecciones sindicales que se celebran hoy.

Un total de 3.947 trabajadores de la fábrica cercana a Pamplona elegirán al nuevo comité. Actualmente, el órgano representativo de los trabajadores de VW Navarra está compuesto por 29 miembros, que pasarán a ser 27 debido a la reducción de plantilla que ha vivido la factoría desde la firma del anterior convenio. Hasta hoy, las dos fuerzas mayoritarias en Landaben son UGT y CCOO, con 10 y siete representantes respectivamente.

Con un respaldo similar por parte de los trabajadores, un acuerdo entre los dos sindicatos mayoritarios bastaría para la firma de un nuevo convenio. Sin embargo, el enfrentamiento que protagonizaron UGT y CCOO el año pasado, y el descontento que generaron en la plantilla, podrían incrementar los votos recibidos por el resto de candidatos: la fuerza abertzale LAB, la Confederación General de Trabajadores (CGT) y la nacionalista vasca ELA. Además de ver aplazada la asignación del modelo, el conflicto en el comité fue, según la empresa, motivo para dejar de asignar 24.000 unidades del Polo a Landaben el año pasado.