El anuncio fue entendido como una demostración de fuerza de Washington ante Teherán, en un momento delicado y de tensión diaria al alza con 15 soldados británicos detenidos en Irán.

Sin embargo, un portavoz del Pentágono aseguró que las acciones de los portaaviones no tienen tal objetivo, sino que sólo pretenden enviar un mensaje de tranquilidad a los aliados en la zona. «No buscamos provocar una confrontación en el Golfo», declaró el mencionado portavoz, Bryan Whitman. «Nuestro interés pasa por la estabilidad y la seguridad en el Golfo y de demostrárselo a nuestros aliados en la región», añadió Whitman.

La V Flota estadounidense basada en Bahrein hizo público ayer un comunicado en el que precisaba también que las maniobras marítimas fueron precedidas por otras aéreas, según informa la agencia France-Presse.

El portaaviones USS John C. Stennis llegó a aguas del Golfo Pérsico la semana pasada, con 6.500 personas a bordo. El Stennis y su tripulación estaban desde el 19 de febrero en el mar de Omán, a 120 millas marinas (220 kilómetros) de las costas de Pakistán, con la misión de servir de «apoyo a las fuerzas terrestres que operan en Afganistán e Irán». Su llegada al Golfo responde al deseo del presidente George Bush, expresado en enero, de un mayor despliegue aeronaval en Oriente Próximo «para tranquilizar a nuestros amigos y aliados». Pero el secretario de Defensa Robert Gates asoció este despliegue a la actitud «negativa» de Irán y a la necesidad de darle una señal.