Miércoles, 28 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6310.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
El peor enemigo es el que está encubierto (Séneca)
Haz Click Aquí
 MUNDO
Poema para un asesino
Los versos anónimos colgados en varias farolas y marquesinas de la localidad británica de Bath ayudan a las fuerzas del orden a seguir la pista de un crimen
FERNANDO MAS. Corresponsal

LONDRES.- El silencio oculta la verdad sobre la muerte de Paul Kelly, de 32 años. A la salida del pub Longacre Tavern, en la ciudad inglesa de Bath, Paul fue apuñalado hasta la muerte el pasado 1 de enero. Al menos 20 personas presenciaron el crimen, pero nadie habla.

Publicidad
La policía que investiga esta muerte se ha encontrado, sin embargo, con una ayuda inverosímil. En farolas y marquesinas de autobuses de la ciudad un poeta anónimo ha colgado versos donde revela qué ocurrió esa noche. Cuenta quién mató a Paul Kelly, cómo lo hizo y cómo se deshizo del cuchillo.

«Ahora voy a mostrar cómo unas pocas palabras pueden ser tan afiladas y mortales como la espada de un muchacho / Cómo escapar no te salvará / La verdad está ahí, como una tumba abierta».

Kelly estaba celebrando en el Longacre el Año Nuevo. Tres amigos lo acompañaban. Entre ellos, una mujer en avanzado estado de gestación. Empezó una discusión. Según el trovador, con un grupo de hombres negros. Salieron a la calle, siguió la disputa y, de golpe, una persona que no estaba en la pelea apareció de la nada, sacó un puñal y se lo clavó en el pecho a Paul. «Blanco o negro», revela el anónimo.

Testigo directo de todo lo que sucedió a las puertas de ese pub, el poeta ha conducido a la policía hasta una pista clave: el arma homicida: «Paul Kelly ha muerto y ¿quién llevaba el cuchillo? / Eras tú, XXXX, todos te vimos empuñando aquel cuchillo. / ¿Te limpiarás en el río? Tú, joven XXXX, donde tiraste el cuchillo». Una semana después de intensos trabajos en las aguas del Avon, un equipo de buzos ha encontrado el puñal que le hundieron a Kelly en el cuerpo. Dice el poeta que se trata de un crimen racial y que no parará hasta que se conozca la verdad que muchos guardan bajo siete llaves.

Quizá por amenazas del asesino. O de sus cómplices. Lo cierto es que los testigos han enmudecido y quien se atreve a dar un paso al frente lo hace por escrito y sin dejar rastro.

«Un hombre indefenso ha muerto y su sangre se ha enfriado / Pero la historia de su final va a ser contada. / Puedes correr y correr hasta que tus zapatos estén desgastados / y pensar que estás a salvo por el color de tu piel», se lee en los carteles colgados por las calles de Bath. La Policía quiere que el autor de esta denuncia dé un paso al frente, se presente en la comisaría y hable. Las fuerzas del orden dieron a conocer el contenido de los poemas el lunes, pero de ellos ha tachado el nombre del presunto asesino. Esas equis misteriosas ocultan la identidad del hombre que apuñaló a Paul cuando 2007 no había hecho más que empezar.

Nigel Rock, el superintendente al frente del caso, tiene a 35 hombres a su cargo dedicados a aclarar este asesinato. «La información del poema es muy valiosa. Ha venido a reforzar nuestra idea de que un número significativo de personas conoce la identidad del asesino de Paul Kelly», añade el mando policial. «Esta gente es reacia a acudir a nosotros y facilitarnos la información que necesitamos para llevar al asesino ante la Justicia. A cada uno que tenga información, le digo: ayuden a esta familia», afirma Rock.

La madre de Paul, Allison, ofreció este mes, en el programa de la BBC Crimewatch, una recompensa de unos 150.000 euros a quien aporte los datos precisos para detener a la persona que mató a su hijo. Pero, ¿qué sabe la policía de XXXX? Es un conocido de ellos, lo tienen fichado y lo están investigando, pero no debe haber pruebas contundentes que lo impliquen en este caso.

Cuando Paul, que tenía dos hijos de seis y 11 años, cayó fulminado de una cuchillada, en el pub había 200 personas. Once fueron detenidas, pero hubo que ponerlas en libertad sin cargos. «Por razones que sólo ellos conocen, nadie habla», confiesa el superintendente. Sólo un chico (o chica, u hombre o mujer) que escribe versos tan afilados como un puñal.


PISTAS EN FORMA DE VERSOS

Ahora tus sucias mentiras arden dentro de nosotros como veneno y engaños. Pero pronto toda la mierda saldrá, así que prepárate para el juicio. ¿Hacia dónde correrás cuando, al fin, te enfrentes a un hombre valiente? ¿Correrás una vez más a través de las calles, todo tembloroso? ¿Lavarás tus manos en el profundo río? Tú, joven XXXX, donde tiraste el cuchillo. Escucha lo que tengo que decirte y toma buena nota: puedes limpiar la sangre de tus manos en la hierba hasta que sangren... Pero nunca, nunca las tendrás limpias.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad