Muy útil también la manifestación de enfado del PP al comprobar que uno de los muy significativos poderes fácticos de este país no comparte sus posiciones. Se enfadan y deciden contraatacar con lo que tienen a su disposición: el poder del cliente. Le exigen una rectificación, y deciden negar la colaboración ideológica y, sobre todo económica, a dicho grupo. Aunque una puede preguntarse si no será una medida que actúe como un boomerang para el PP, lo demás, no hay porque sorprenderse. ¿Por qué llamar a esto chantaje? Los medios deben estar acostumbrados a que se niega el pan y la sal (la publicidad y más) a aquellas publicaciones que no están de acuerdo con sus propios valores. Son las reglas de ese maravilloso mercado libre que ensalzan y propugnan tanto Prisa como el PP: Si no me gusta, no compro. Sólo que no muestra un gran respeto por la libertad de expresión del otro, ni que se asume la pluralidad ideológica y su expresión cuando ambas pueden afectarles negativamente. Sin embargo, la existencia de poderes compensatorios de distinto signo se considera crucial para la pervivencia de la democracia.

Poco útil y bastante tonta, por no utilizar palabras más fuertes, la rocambolesca detención de Otegi y su conducción a Madrid.¿No se podía haber esperado un día para el juicio dadas las condiciones climatológicas?, ¿no se le podía haber detenido y retenido en Euskadi hasta que el tiempo fuera mejor? Se sigue magnificando a esta persona y manteniéndole como un personaje mediático de primera fila, con, entre otras cosas, absoluto desprecio por el coste para el erario público de tal actuación. A la ciudadanía de a pie le cuesta entender todo este jaleo, para que al final el fiscal renuncie a su acusación. ¿No hubieran podido tenerlo en cuenta antes de iniciar tales fastos?

Pero muy útil la expresión de los tribunales de la Audiencia Nacional señalando que hubieran podido condenar a Otegi , pero que es una lástima que no haya habido juicio. A la ciudadanía de a pie, no familiarizada con las sutilezas del mundo jurídico, nos puede parecer que eso quiere decir que la condena estaba prevista antes del juicio. Difícil de mantener la creencia en la neutralidad de la justicia tras esta manifestación de intenciones.

Son sólo algunos ejemplos que se multiplican en la vida cotidiana.No es extraño que la ciudadanía sea cada vez más escéptica ante los valores que retóricamente se le reclaman: la pluralidad de opiniones, la neutralidad de los medios y de la justicia, la libertad de expresión, la racionalidad de la actuación de la vida pública, ¿dónde encontrarlas?