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| La primera máxima de todo ciudadano ha de ser la de obedecer las leyes de su país (Descartes) |
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| IMPRESIONES |
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| El 'férreo' control de Montilla sobre ERC ha durado cuatro meses |
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Tras el referéndum sobre el nuevo Estatut de Cataluña, el entonces presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, se comprometió a convocar elecciones anticipadas para el otoño pasado y a anunciar la fecha de los comicios antes del verano. También se comprometió a aclarar a la ciudadanía si optaría a la reelección como president o no. A pesar de la baja participación en el referéndum -algo más de un 49% del electorado- Maragall tenía ganas de seguir.Sin embargo, el PSC, y su primer secretario, el hoy president José Montilla, se lo impidieron. Consideraban que había que entregar la cabeza de Maragall a la ciudadanía para compensar la crisis permanente en la que se había visto sumido el primer tripartito. La intención del PSC, muy en contra del criterio del PSOE y, especialmente del secretario general del partido y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, era reeditar el tripartito fuera cual fuera el resultado electoral, siempre que la suma de PSC, Esquerra e ICV-EUiA diera mayoría absoluta. Pero, para eso, había que quitar de en medio a Maragall y sustituirlo como candidato por Montilla, un hombre menos brillante, pero mucho más duro y capaz de controlar a los indómitos dirigentes de Esquerra Republicana. Los últimos cuatro meses parecían haber confirmado que la estrategia de Montilla y del aparato del PSC era acertada.Sin embargo, la espantada de este fin de semana de Esquerra sobre el referéndum de autodeterminación, que, originalmente parecía una mera boutade preelectoral, acabó ayer con la presentación por Esquerra de un proyecto de resolución en el Parlament radicalmente independentista. Hoy le toca a CiU decidir si salva a Montilla del ridículo.
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