La posibilidad de que esta operación pudiera proteger contra el contagio ya se había observado hace tiempo en el norte de Africa. En esas zonas, donde la expansión del VIH es menor, la mayoría de la población es musulmana y la circuncisión masculina es uno de los ritos religiosos obligatorios. El año pasado, tres ensayos clínicos realizados en Kenia, Uganda y Sudáfrica aportaron las pruebas científicas que faltaban y precisaron que con la intervención se lograba reducir hasta un 60% el riesgo de infección masculina por vía heterosexual.

No obstante, aunque recomiendan la circuncisión, los expertos también han dejado claro que es sólo una medida más de las que deben tomarse para no contagiarse y destacan la importancia de informar adecuadamente a los hombres y a sus parejas «para evitar que adquieran una falsa sensación de seguridad que les lleve a comportamientos de alto riesgo». «Aunque se adopte como método preventivo, hombres y mujeres deben seguir usando otras formas de protección, tales como preservativos, el retraso en el inicio de las relaciones sexuales o la reducción del número de parejas», ha declarado Catherine Hankins, de ONUSIDA.

Operaciones gratuitas

Asimismo, mencionan la necesidad de que se refuercen los servicios de salud en los países a los que se dirige la medida para que estas circuncisiones se realicen por personal cualificado, en centros sanitarios seguros y, sobre todo, sin afectar a otros programas antisida. Especial cuidado debe ponerse, dicen, en cómo abordar la aceptación social de la operación, dado que tiene fuertes connotaciones culturales.

Para que la reducción en la expansión del sida sea mayor, consideran que hay que priorizar a los países con epidemias generalizadas de infecciones con VIH por vía heterosexual y, en ellos, a los grupos de edad que tienen mayor riesgo, es decir, que ya mantienen relaciones sexuales. Si la intervención se generalizara, sólo en Africa subsahariana se podrían evitar 5,7 millones de nuevos casos de sida y tres millones de muertes en sólo 20 años, según sus datos. Dado este «beneficio potencial», creen que la circuncisión debería ser gratuita o muy barata para quienes opten por ella.

En los países donde el sida se concentra en la prostitución, los consumidores de drogas o los homosexuales, recomiendan que se limite a estos colectivos.

Los expertos de la OMS han identificado varias áreas que creen que requieren más investigacion, como el efecto de la circuncisión en el contagio a las mujeres, los riesgos para hombres seropositivos y los recursos que se precisan para que se realice sin riesgos a la salud.