Garbajosa pasó por el quirófano el martes en la ciudad canadiense y salió con un parte de baja para alrededor de seis meses. Se había roto el tobillo izquierdo un día antes en Boston, en una desafortunada acción cuando intentaba impedir un mate de Al Jefferson. El equipo médico que le trató en el Western Hospital, dirigido por el cirujano especialista en pie y tobillo, Johnny Lau, le reconstruyó la dislocación de la junta de la articulación, la rotura del ligamento externo y la fractura del peroné. Cuando abrieron se encontraron más de lo que el propio Jorge pensaba, y los plazos marcados arruinan, en principio, sus planes de estar presente en el Europeo de Madrid. A pesar de que aún restan cinco meses para que arranque el evento (3 de septiembre) y casi cuatro para el inicio de la concentración. «Lo tomo con resignación. Las informaciones del martes permitían ser optimistas, porque pensábamos que se recuperaría en dos meses y medio. Ahora sabemos que va a ser complicada su participación, prácticamente imposible», reaccionó Pepu Hernández, el seleccionador, que tendió por teléfono un puente de ánimos de Madrid a Toronto. Garbajosa recibió múltiples auxilios anímicos desde España. Entre ellos, el enviado por Delfín Galiano, el doctor del equipo español. «He hablado con Jorge hace cinco minutos, desde un punto de vista personal. Está animado y es bueno, porque la lesión ahora importa poco. Con los datos que tenemos, que podría cifrar en un 10%, muy pobre todavía, parece descartado. Tenemos que ser pesimistas, aunque espero una información completa para opinar sobre su recuperación».

Eurobasket.

Desde Canadá, tanto el cirujano Lau como el director médico de los Raptors, Paul Marks, presente en la operación, se mostraron satisfechos con los resultados. «Cada cosa ha sido reconstruida para que volviese a la posición de la anatomía normal del tobillo». Marks apuntó que sólo faltaba ver cómo evoluciona el proceso posoperatorio y cómo sueldan los tejidos blandos (ligamentos, tendones...) y la fractura. Pronóstico: seis meses.

Por eso la desolación. Un afectado José Luis Sáez sólo pensaba en el golpe sufrido por el jugador de Torrejón, nada que decir del Europeo. «El Eurobasket no puede ser la referencia. Lo único importante es que esté bien y que se recupere cuanto antes», afirmó. El presidente de la Federación añadía: «Lo último que pretendo es ser egoísta. Me duele porque sufre, por la persona, porque lo considero un amigo. Quiero que esté en el Europeo, pero lo quiero por él, porque él lo desea. No tengo dudas de ello. Juan Carlos Navarro y Jorge, además de Carlos Jiménez, son quizá los jugadores con los que mayor relación tengo, pues ambos están con nosotros desde 2000», agregó Sáez, que se encontraba ayer en Francia, en una reunión de trabajo de la Federación Internacional de Baloncesto.

La trascendencia de Garbajosa, tanto para su club en la NBA como para el combinado español multiplica el impacto de la ausencia. La baja del madrileño supone un déficit de competitividad. Ahora que la temporada aprieta, que llegan unos playoffs en los que Toronto tiene asegurada su presencia, Garbo, el apodo con el que le han rebautizado para no liarse entre la g y la j, no podrá ayudar a sus compañeros.

«No hay duda de que vamos a echar en falta a Garbajosa por lo que aportaba al grupo como persona y como profesional», apuntó su entrenador, Sam Mitchell. Para más inri, en este tramo decisivo, la franquicia no cuenta de momento con el otro rookie europeo, el italiano Andrea Bargnani, operado de apendicitis, y han arrastrado problemas físicos Anthony Parker y Calderón. Tras confirmarse la gravedad de la lesión del ex jugador de Unicaja, el general manager de los Raptors, Bryan Colangelo, anunció el fichaje de Luke Jackson, un alero alto que jugaba en el equipo de Idaho, de la Liga de Desarrollo.

Sobre la selección igualmente aparecen incógnitas. Si se confirma el descarte, al campeón del mundo, de repente, le tumbarían un pilar de enorme solidez, titular fijo. Dentro de la pista, el madrileño es un jugador sin equivalente en Europa. Un cuatro que abre las defensas rivales y amenaza con el tiro o la penetración, sus especialidades. En la protección de su aro, idéntica consistencia. En el Mundial lideró a España en minutos de juego, fue el tercero en anotación (12,7 puntos de media) y el segundo en rebotes (5,3). Esos números y actuaciones, como la defensa ante Dirk Nowitzki en la primera fase (le secó en 14 puntos) o sus aportaciones en la semifinal y en la final -19 y 20 puntos, respectivamente, recuperándose de un desastroso partido en cuartos (0/9 en tiros de campo ante Lituania)- le condujeron al quinteto ideal del torneo.

Pero, sin duda, su ímpetu se revaloriza fuera de la pista, fundamental en la unión de la mejor selección del mundo. «Es un palo importante para todos», resumía ayer su compañero Carlos Jiménez, el capitán. La lesión obligará a Pepu Hernández a buscar alternativas dentro de un bloque que parecía casi intocable. Ala-pívots como Jordi Trías y Fran Vázquez o Iker Iturbe ganan enteros de cara a la futura convocatoria.