Cañas ya es 55º del mundo después de caer a las profundidades del circuito tras 15 meses de sanción por dopaje. «Es un ranking mentiroso porque estoy jugando mucho más que eso. No sé si soy el 10, el 8, el cinco, pero estoy jugando muy bien», dijo ayer. «El amante de lo imposible», titula su crónica Sebastián Fest, enviado especial de la agencia Dpa, quien recuerda las dos operaciones, muñeca y mano, 2002 y 2003, padecidas por este bonaerense de origen humilde.

La victoria por 7-6 (4), 2-6 y 7-6 (5) llegó después de un partido en el que Willy, como se le conoce coloquialmente, sacó de quicio a un Federer poco acostumbrado a los largos peloteos y las situaciones de presión. Cañas, que buscará una plaza en semifinales ante Tommy Robredo, es un tipo duro, un superviviente. «Los tenistas a veces se deprimen, como le pasa a Gastón Gaudio; pierden la confianza o tienen ataques de pánico, como tuvo Guillermo Coria. La competencia no es fácil de manejar», sostiene en una evocación de dos de sus compatriotas.

Victoria de Nadal.

Rafael Nadal logró su pasaje a cuartos de final tras imponerse a otro argentino, Juan Martín del Potro, por 6-0 y 6-4. El número dos del mundo, que se ha excluido de la eliminatoria de Copa Davis ante Estados Unidos por sus problemas en el pie izquierdo, volvió a jugar la pasada madrugada ante el serbio Novak Djokovic, a quien ya derrotó el domingo en la final de Indian Wells.