Fulvio Conti, consejero delegado de la eléctrica italiana Enel, dejó claro ayer que su compañía y la española Acciona combatirán «por todos los medios» la decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que les impide presentar una OPA sobre Endesa hasta dentro de seis meses.
«Nuestro objetivo», dijo Conti, «es rebajar esos seis meses. Vamos a pedir a la CNMV que retire la espera de seis meses. Es su responsabilidad y nuestro derecho».
El máximo responsable de Enel, que presentó en Londres las cuentas de su grupo, navegó en todo momento sobre un discurso ambiguo en el que no quiso hablar directamente de medidas legales, pero en el que reveló de forma contundente que las normas del juego no son iguales para ellos que para la alemana E.ON.
El plazo de la OPA de E.ON sobre Endesa concluye el próximo 3 de abril. Su propuesta es de 40 euros por acción, por debajo de la realizada por Enel y Acciona, que se eleva «al menos» a 41 euros por acción. «Los accionistas tienen una oportunidad de ganar mucho más dinero con nosotros. La propuesta de nuestro grupo es mejor que la de E.ON», explicó.
Conti quiere que en cuanto fracase la OPA del grupo alemán -algo que vino a dar prácticamente por seguro- se les autorice a presentar la suya, dando por hecho que E.ON no tiene posibilidad alguna de aglutinar bajo su poder el 51% de las acciones.
Enel y Acciona suman en la actualidad el 46% del capital de la compañía española, y consideran que el control de Endesa es fundamental para su expansión internacional, sobre todo en el mercado de Latinoamérica.
Si se dan las dos condiciones que él pretende -fracaso de la OPA de E.ON y rebaja del margen impuesto por el regulador español- la oferta de Enel-Acciona «se presenta cuanto antes».
El consejero delegado de Enel considera que «la CNMV debe permitir que se presente una oferta que favorece al accionista», y con esa misma tesis atacó a los actuales responsables de Endesa, su presidente, Manuel Pizarro, y su consejero delegado, Rafael Miranda.
Conti explicó que no puede entender que Pizarro y Miranda recomienden a los accionistas vender por 40 euros, cuando hay una oferta superior en el mercado. «Su obligación es buscar lo mejor para los accionistas y para la empresa», dijo, y confía en que «reconsideren» su posición.
Una de las posibilidades que maneja Enel -que tiene el 24,9% de las acciones de Endesa- es provocar la celebración de una junta de accionistas donde bajo la fórmula «un accionista un voto» se plantee la disyuntiva ante la que se encuentra la compañía española, que ha recomendado el acuerdo con E.ON. Los estatutos de Endesa marcan un límite del 10% de derechos de voto por empresa, lo que le daría a Enel/Acciona el 20% cuando en realidad suman el 46% de las acciones.
En este caso se abre otro frente, y es que la dirección de Endesa considera que el acuerdo de Enel y Acciona para unirse de cara a una futura OPA sobre la compañía los convierte en un solo accionista.
E.ON ha llegado a un acuerdo con Caja Madrid (que controla el 10% de Endesa) para que le ceda los derechos económicos sin renunciar a los políticos. Esto permite que E.ON pueda votar en una junta de accionistas, y también pueda hacerlo la caja madrileña.
La eléctrica estudia recurrir la alianza entre Caja Madrid y E.ON, según fuentes cercanas a la operación, por si pudiera darse concertación. No obstante, Conti apuntó que si tanto Endesa como la CNMV aceptan este pacto, han de admitir también su relación con los bancos a través de los que la italiana controla el 15% de las acciones: UBS y Mediabanca y que deberían, por tanto, tener derecho a representación en el consejo.
Mientras Enel inicia su ofensiva de recursos, la alemana E.ON presentó ayer en Nueva York una demanda contra la italiana, a la que acusa de entregar información falsa, manipular el valor de los títulos de Endesa y de lanzar una OPA ilegal. En el escrito, presentado el lunes ante la corte del distrito sur de Nueva York, E.ON pide al juez que impida a Enel que compre nuevos títulos, y que ofrezca a los accionistas la posibilidad de recomprar las acciones que ya han sido vendidos a la italiana. La demanda tiene un tenor similar a la que el año pasado presentó contra Acciona en el mismo tribunal, y que finalmente se falló en febrero pasado con la decisión de la juez Denise Cote de no impedir nuevas compras ni de rescindir las que ya se habían hecho.