MADRID.-
El presidente del Banco Popular, Angel Ron, dejó entrever ayer la posibilidad de que la entidad se deshaga de algunas de las oficinas que posee en París y sus alrededores, dado que a su juicio «no tiene sentido» tener una red de 17 sucursales en el país vecino.
Tras su intervención en el Encuentro Financiero 2007, organizado por el foro Nueva Economía, Ron no quiso precisar si se refería a vender todas las sucursales o a reducir sustancialmente su presencia en el mercado francés. Al respecto, el banquero matizó que «en su día» sí tuvo sentido esta presencia en el país vecino, con el objetivo de atender a los emigrantes españoles desplazados a Francia, situación que ahora ha cambiado.
En su discurso, sin embargo, Ron contrapuso su trayectoria en Francia, «un mercado donde estamos hace muchísimos años y donde cuesta mucho ganar dinero», a la expansión del banco en Portugal, donde, dijo, «está para quedarse».
Por su parte, la presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, auguró en el mismo foro un aumento de la competencia en el sector financiero español como consecuencia de la mayor penetración de instituciones no bancarias, como las compañías de fondos de inversión, de créditos al consumo, distribuidoras y empresas de internet. «Nos enfrentamos a los competidores de siempre, como bancos locales y cajas, pero también a jugadores especializados con los que tenemos que ser capaces de competir, pues cada vez tendrán más cuota de mercado», dijo.
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