Jueves, 29 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6311.
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 ECONOMIA
El Santander ve «impuntualidad» en el pago de las hipotecas
Un alto cargo del grupo admite que hay clientes a los que les cuesta pagar «puntualmente» el préstamo El FMI alerta del elevado endeudamiento
A. LORENZO

MADRID.- El Santander ha comenzado a constatar «síntomas de impuntualidad» en el pago de créditos hipotecarios entre sus clientes. Y culpa del fenómeno al progresivo encarecimiento de los tipos de interés, un fenómeno que empieza a pasar factura a los bolsillos de los hogares españoles, a juicio del director general del área comercial del primer banco del país, Enrique García Candelas.

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Para este ejecutivo no ha habido un repunte de la morosidad. Pero sí «síntomas de impuntualidad». «Es cierto que hay clientes que se encuentran pesados en su economía y con el repunte de tipos de interés les cuesta pagar puntualmente las cuotas a final de mes», admitió, durante su intervención en el Encuentro Financiero 2007, organizado por el Foro Nueva Economía.

Ese retraso al que se refirió el alto cargo tiene que ver con los clientes que sí «pagan» la hipoteca, pero no a tiempo. Es decir, una vez avanzado el mes. O lo que es lo mismo: son impuntualidades que no sobrepasan los tres meses establecidos en la normativa bancaria para considerar que un préstamo entra en mora.

García Candelas no cree que el sector hipotecario se comporte en España de la misma forma que en Estados Unidos, donde la crisis inmobiliaria salpica al sistema financiero por los graves problemas de impago. «Son bien distintos», aseveró el alto ejecutivo, que sí dijo apreciar una «pesadez» en España por la desaceleración del boom de la vivienda. Un hecho que, a su juicio, «no preocupa» a la entidad. Como tampoco el que las últimas «añadas de financiación» de créditos estén generando un nivel de esfuerzo «muy superior» al de hace cinco años. «Esos crecimientos tan desproporcionados a veces generan un sobrecalentamiento que es negativo para la economía y para el sector», apuntó.

Precisamente, el Santander acaba de lanzar un nuevo pack hipotecario, con el que pretende facilitar el acceso a la financiación de la vivienda, con cuotas más bajas durante el primer tercio de vida de la deuda, y con el objetivo de no prorrogar «innecesariamente», según el banco, los periodos de pago.

El anuncio se produce después de que la Asociación Hipotecaria Española (AHE) advirtiese hace dos semanas de que el auge de las entidades dedicadas a reunificar deudas empieza a dar disgustos al sector financiero. El alza de los tipos de interés y el mayor volumen de préstamos personales con garantía hipotecaria que conceden estas instituciones, están presionando al alza la morosidad, un fenómeno ausente del panorama financiero en los últimos años. Según la AHE, en el último trimestre del año pasado, el porcentaje de créditos dudosos destinados a la adquisición de viviendas presentó una «ligera subida» para el conjunto de entidades, situándose ese indicador en el 0,410%, un nivel desconocido desde diciembre de 2002.

Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó ayer de que el alto nivel de endeudamiento de las familias y empresas, así como el «muy elevado» déficit del sector exterior en España pueden llevar a un periodo de «crecimiento lento». Por eso, el organismo que dirige Rodrigo Rato instó a la administración pública a cumplir de forma «ejemplar» la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Éstas son las conclusiones «preliminares» de una delegación de expertos del FMI que visitó España del 19 al 26 de marzo y que se reunió con las autoridades económicas, incluido el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, para quien el análisis hecho por el organismo es «equilibrado».

El Fondo prevé que el ritmo económico en España se modere, hasta el 3,5% este año y el siguiente, una cifra que está en línea con el crecimiento potencial de la economía. Estos números hacen que las perspectivas a corto plazo sean «brillantes», pero el organismo internacional advirtió de que en el horizonte «se consolidan las nubes generadas por los desequilibrios acumulados», informa Efe.

El Fondo constató las pérdidas «continuadas» de competitividad de la economía, porque los precios y los costes laborales han aumentado más que en los países vecinos, lo que encarece los productos españoles.

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