Jueves, 29 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6311.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
La primera máxima de todo ciudadano ha de ser la de obedecer las leyes de su país (Descartes)
 ESPAÑA
PREGUERIAS
Un angustioso espectáculo, una inútil autolesión
VICTORIA PREGO

Potentísimas, insuperables y, al final, probablemente inútiles, deben de haber sido las razones que llevaron ayer al ex director general de la Policía a cometer un error tan mayúsculo. Y no será porque el presidente del tribunal no se lo advirtiera en todos los tonos posibles, pero él, en medio de un silencio tremendo, cargado de angustia y de tensión, en el que los presentes tenían cara de no estar dando crédito a lo que oían, se enrocó en su negativa a cumplir con su obligación de ayudar a la Justicia.

Publicidad
¿A quién estaba protegiendo a costa de sí mismo? Y más: ¿cómo es posible que un hombre como Díaz de Mera, que ha tenido tan difíciles responsabilidades en momentos límite, no supiera en qué tela de araña se estaba metiendo cuando se empeñó en defender con voz firme y gran seguridad que, efectivamente, existe -o existió- un informe, elaborado a solicitud del entonces máximo responsable policial, Telesforo Rubio, que establece conexiones entre ETA y el 11-M? ¿Y, cómo, después de haber puesto sobre el tapete una información tan relevante para el proceso -quizá no decisiva, pero sí relevante- pretendía no darle al tribunal la fuente que le había informado sobre el asunto?

Es asombroso que él no supiera que una cosa así no es posible hacerla porque conlleva una sanción no sólo económica, y ya veremos si también penal sino, con total certeza, una severa sanción social y casi inevitablemente una sanción política. ¿Es que él iba dispuesto de antemano a arrostrar todas esas consecuencias y a defender su posición indefendible o es que se encontró de pronto con la torpeza cometida y optó por embestir contra su propia persona?

En mitad del fragor de incredulidad, indignación y críticas que se extendieron por el recinto en cuanto el presidente Gómez Bermúdez anunció un descanso de media hora antes de reanudar la sesión, se barajaban a mil voces las únicas dos hipótesis posibles sobre este episodio. O el tal informe no ha existido nunca y es una mera invención, o sí que existe y el testigo no se inventa nada. Pero si esos folios nunca se redactaron, ¿por qué se obcecó él de aquella manera tan rotunda en defender su existencia a voz tonante, en lugar de escurrirse, como tantos otros en esta causa, por la vía del no recuerdo o del no estoy seguro, quizá me equivoqué? Y si, por el contrario, esos folios existen -o existieron en su momento y, como el informe del anterior declarante Parrilla, han desaparecido después-, ¿cómo es posible que no llegara a la sala trayendo la autorización de su fuente para dar los datos que, sin duda, el tribunal le iba a pedir?

Lo que el testigo parece ignorar es que pudiera ser que alguna de las partes solicitara al tribunal que ordene la investigación de este hecho que ha quedado de tan mala manera en la penumbra. Y que, si los jueces decidieran eso, su fuente podría ser descubierta mientras que a él ya nada le evitaría ni el castigo ni las dudas sobre su fiabilidad.

Qué potentes han debido de ser sus razones. Y qué ciegas. Como el amor.

victoria.prego@el-mundo.es

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad