Jueves, 29 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6311.
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La primera máxima de todo ciudadano ha de ser la de obedecer las leyes de su país (Descartes)
 ESPAÑA
JUICIO POR UNA MASACRE / Las declaraciones
«Medite usted las consecuencias para los ciudadanos y para los afectados»

José María de Pablos.- La persona que le habla de ese informe, ¿quién es?

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Gómez Bermúdez.- Si es un funcionario policial, sólo dará su número y puesto. Facilítenle papel y bolígrafo al testigo [...] a efectos de que reservadamente consigne el nombre de la persona [...].

Díaz de Mera.- Con la venia, señor presidente, no puedo, aunque querría dar esa información, por dos circunstancias. La primera es que pondría en peligro la seguridad de la fuente; la segunda es que pondría en peligro su puesto de trabajo [...].

G. B.- [...]. El problema es que el artículo 710 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECr) dice claramente que los testigos, cuando sean de referencia, dirán la fuente de que procede la noticia. Ésta es una obligación que no tiene límites, y menos en un proceso de estas características [...].

D. M. - No me lo tome a desacato, pero...

G. B.- No, no me lo tomo. El desacato no existe además en España. Simplemente le informo del contenido del art. 710 de la LECr, en relación con su obligación de ser veraz. Por lo tanto, no le puedo autorizar a reservar la fuente y debe escribirla en el papel que le dará el secretario judicial o el auxiliar para que me lo transmita.

D. M.- No me lo tome a desacato, señoría, pero no escribiré la fuente.

G. B.- Señor Díaz de Mera, usted no puede hacer eso, so pena de ser apercibido, primero, de una multa de elevada cuantía, y en segundo lugar, de ser procesado por desobediencia grave al tribunal. Yo entiendo todas sus prevenciones, pero no le puedo autorizar. Tendrá que consignar la referencia de la fuente. No tiene más remedio [...].

D. M.- Bien, señoría. Estoy en disposición de aceptar las consecuencias que se deriven de...

G. B.- Muy bien, pues entonces espere un momento [El juez consulta con el resto del tribunal]. [Murmullos en la sala] ¡Guarden silencio! [Los tres magistrados debaten].

Olga Sánchez.- Con la venia de la Sala, intereso la suspensión de la vista durante cinco minutos.

G. B.- No, un momentito, Ministerio Fiscal [El tribunal sigue deliberando. Un minuto y medio en total]. [Grandes murmullos] ¡Por favor, guarden silencio! El tribunal tendrá que retirarse a deliberar, pero guarden silencio. [Segundos después, se dirige a Díaz de Mera]. El tribunal va a dar lectura al artículo 716 de la LECr para que usted esté informado de las consecuencias de su negativa. Posteriormente, suspenderemos la vista cinco minutos. Usted no podrá salir de la zona del tribunal, pero podrá sentarse o ausentarse al pasillo sin comunicar con nadie. Y, a continuación, continuaremos la vista. [Se lee el artículo y se suspende la sesión. Se reanuda 20 minutos después].

G. B.- Usted se niega a facilitarnos el nombre, o el dato, ¿no? Bien, se le impone entonces la multa de 1.000 euros. Se le vuelve a apercibir [...].

D. M.- [...] Es una situación muy complicada para mí, porque me siento profundamente identificado con la Policía, de por vida. La fuente es una fuente policial, acreditada y honesta. Y no puedo, señor, en conciencia ni de ninguna otra forma, traicionar esa fuente. Así es que comprendo que es una situación complicada, pero aceptaré naturalmente cualquier decisión que adopte el tribunal.

G. B.- [...] Coloca usted en una situación absolutamente insostenible el proceso. Yo le ruego que medite. Si hace falta, interrumpimos lo que haga falta, para que usted medite, o consulte con sus seres queridos o con quien quiera. Pero tenga en cuenta que la consecuencia negativa no es sólo que el tribunal deduzca testimonio [...]. Eso es lo de menos, en general. El problema es la situación en la que coloca este proceso, que es un proceso de por sí muy complicado. Yo le vuelvo a rogar, dándole las garantías... ¡Fíjese, que le estoy rogando...!

D. M.- Señor...

G. B.- Escúcheme, por favor. [...] Medite usted, mucho más allá de su ética y del amor que dice tenerle a la Policía, las consecuencias para los ciudadanos y para [...] los afectados por el proceso [...].

D. M.- [...]. Estoy absolutamente persuadido de que la fuente me está escuchando, y también de que esto lo están escuchando policías. Si ellos quieren dar el paso adelante, serán ellos los que lo den, pero yo se lo digo, no sé si aquí hay una colisión entre la ley y la moralidad del sujeto. Yo creo que si tengo que optar, prefiero que la responsabilidad caiga sobre mí a que recaiga sobre la fuente [...].

G. B.- ¿No quiere usted consultar con la fuente...?

D. M.- Ni siquiera sé si la fuente tiene el teléfono intervenido.

G. B.- Bien, las opciones que deja al tribunal son nulas. El tribunal deducirá testimonio para que se instruya contra usted un procedimiento por desobediencia grave al tribunal [...].

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