Su esposa resultó herida de gravedad. Tenía lesiones en la espalda, en el tórax y en un brazo. Su hijo, de 23 años, también acabó afectado por el filo del cuchillo. Ambos fueron trasladados al hospital La Fe de Valencia, donde les practicaron una operación quirúrgica. Toda la familia es de origen ruso, según el Cuerpo Nacional de Policía.

Vladimir K. y su esposa, ambos de 48 años, se encontraban en proceso de separación. Según el alcalde, Esteban Cuesta, el detenido tiene «problemas con el alcohol».

Vladimir K. huyó del piso, dejando rastros de sangre en las escaleras, en las paredes y en el patio interior.

Una exhaustiva búsqueda, en la que participaron varias patrullas de batida, permitió que Vladimir fuera detenido por la Policía Local de Valencia horas después.

Los vecinos recordaron los gritos que se oyeron en la vivienda del cuarto piso del edificio, que la familia había comprado el pasado mes de diciembre. «Oí un jaleo tremendo y me pregunté qué pasaba», relató Remedios Lara. «Luego vi que bajaban la escalera muy deprisa y que la mujer, Elena, pedía ayuda». Algunos testigos aseguraron que vieron a un joven que solicitaba «auxilio», aunque luego se marchó del lugar, sin querer ser atendido por los enfermeros que acudieron al lugar de los hechos.

«La familia parecía muy correcta y no generaba ningún problema... Además, los rusos tenían un trato agradable», explicaba María Jesús, otra vecina, que contó que había hablado dos veces con ellos: «Una, cuando me pidieron la llave de la terraza y otra, en el momento en que me preguntaron si podían instalar una antena parabólica».

Los residentes del inmueble ignoraban que la Justicia tenía dictada una orden de alejamiento sobre Vladimir K. por maltrato. Tampoco oyeron discutir a la familia.

El Juzgado de Instrucción número 7 de Valencia se ha hecho cargo del caso. El detenido declaró ayer en la Jefatura Superior de Policía.