Inocente. La mujer polaca de 26 años acusada de matar a su hija recién nacida en junio de 2004 ha sido exculpada por el jurado popular de la Audiencia Provincial que adoptó la decisión tras 24 horas de deliberación, según Efe. El último día de juicio el Fiscal rebajó de 18 a 11 años de cárcel la petición de pena para Agnieszka K.
La acusación alegó como atenuantes las circunstancias que afectaron a la acusada en el parto, y aseguró que «la muerte se produjo por una presión que hizo la madre a ambos lados de la cabeza del bebé», y no como consecuencia de los golpes propiciados por la madre, tal y como sostenía el escrito de conclusiones provisionales.
No obstante, considera que concurre una agravante de parentesco porque «no hay duda de que era su bebé y de que éste nació con vida», por lo que la acusada «mató a la niña sin razón, ya que podía haberla dado en adopción». «A pesar de ello», continuó la fiscal, Agnieszka «no da el perfil de una mujer mala que quisiera hacer daño a su hija». Con todo, «no hizo nada para evitar esa muerte», porque, «en lugar de tomar las medidas necesarias, como acudir al hospital o llamar a alguien», tuvo al bebé en el baño, «consciente de que eso podía traer problemas en el parto». La fiscal aseguró que «hay que valorar todas las circunstancias» que la acusada vivió, porque «tuvieron que pesar mucho en ese momento: no tiene trabajo, su pareja la deja embarazada y a cargo de otro hijo de cuatro años».
El abogado defensor, por su parte, solicitó la absolución de la acusada porque considera que «sólo hay conjeturas y no pruebas claras de que Agnieszka matara a su hija», ya que «el perito no pudo determinar cómo murió».
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