Maliki tomó esa decisión después de las noticias alarmantes procedentes de esa localidad. Estas afirmaban que había agentes policiales fuera de servicio dentro de la banda de chiíes que mató ayer a decenas de residentes suníes en esa zona, en venganza por los atentados con camiones bombas cometidos el día anterior en una zona densamente poblada por chiíes. Funcionarios locales declararon que al menos 60 personas cayeron abatidas después de que los desconocidos fuertemente armados penetraran en el barrio suní de Al Wihda disparando a los transeúntes y asaltando a la gente en sus casas. Fuentes hospitalarias confirmaron al menos 45 muertos y declararon que muchas de las víctimas habían sido aniquiladas al estilo de una ejecución, con heridas de bala en la nuca.

Los residentes aterrorizados relataron que los tiroteos se prolongaron por espacio de dos horas antes de que las tropas de la 3ª División del Ejército iraquí interviniera en la ciudad e impusiera el toque de queda.

Informes no confirmados atestiguan que los uniformados detuvieron a decenas de hombres, incluidos al menos 18 oficiales de policía que no se encontraban de servicio. A los otros asaltantes se les vincula con el Ejército del Mahdi del clérigo chií radical Muqtada al Sadr, conocida por ser activa entre la comunidad chií turcomana que habita en Tal Afar.

Carnicería

El mayor general Jorshid Salim, de las Fuerzas Armadas iraquíes, subrayó que «las milicias llevaron a cabo estos actos y, si no hubiera sido por la intervención del Ejército, los asesinados en esta carnicería habrían llegado a los miles. Salim añadió que el trágico suceso se desató después de un doble atentado suicida perpetrado con camiones el martes por la noche en un barrio de mayoría chií y que, según datos de la policía, ocasionó 55 muertos e hirió a 180 heridos.

Además, dos atacantes suicidas que conducían sendos camiones cargados de cloro se inmolaron tras ser tiroteados ante un edificio municipal en Faluya. Las explosiones provocaron daños a 15 militares iraquíes y norteamericanos y «numeroso» personal iraquí quedó afectado por los efluvios del gas. En la provincia de Diyal, refugio de los extremistas suníes, tropas de Irak y de Estados Unidos afirmaron haber abatido a 25 supuestos insurgentes.