ANGEL FERNANDEZ
MADRID. - «¿Quiénes son esos tipos que mandan a sus hijos al colegio por la mañana dándoles un beso, que fichan puntualmente en sus lugares de trabajo como funcionarios ejemplares, y que luego bajan a un sótano a torturar a un detenido político?», se pregunta el reportero de TVE Vicente Romero. Y el juez Baltasar Garzón responde: «aparentemente son personas normales que torturan y matan por costumbre, por cumplir órdenes. Pero no cabe en una mente normal ser torturador de profesión y luego acariciar a tus hijos o a tu mujer. Es la impunidad lo que les permite quebrantar todos los límites».
En esa pregunta y en esa respuesta están todas las claves de El alma de los verdugos, un trabajo que trasciende el reportaje informativo y supera los hechos concretos para hacer un retrato en profundidad de los torturadores de la represión argentina, y que emitirá La 2 el próximo martes 10 de abril. «Es impactante. Crudo. A veces bastante crudo. Pero esa es la realidad», afirmó ayer el juez Baltasar Garzón, en la presentación de trabajo.
En El alma de los verdugos incluye los sobrecogedores testimonios de tres mujeres supervivientes de la infernal Escuela Mecánica de la Armada (Esma) y los conmovedores recuerdos de jóvenes que de niños fueron arrancados de los brazos de sus madres y permanecieron durante años secuestrados por los asesinos de sus padres. «El resultado del reportaje es durísimo, pero siempre menos que la realidad», subrayó Vicente Romero.
Relatos que pasan del terreno del horror al del absurdo. Testimonios que contraponen la indefensión y el poder absoluto, la humillación y la fascinación, en unas relaciones atormentadas entre víctimas y verdugos que resultan difíciles de comprender.
En el reportaje también tienen voz algunos de los verdugos: un abogado («para echar una mano a los torturadores»), un teniente coronel, un policía, un mecánico de helicóptero y declaraciones de archivo de Adolfo Scilingo, condenado por la Audiencia Nacional a 640 años por delitos de Lesa Humanidad. El alma de los verdugos cuenta con la participación de personalidades autorizadas para abordar la cuestión del crimen de Estado, como el juez Federal Leopodo Schiffrin, el fiscal Hugo Omar Cañón, el juez Juan Ramos Padilla y el escritor uruguayo Eduardo Galeano.
Este proyecto surgió el verano pasado de una conversación entre Garzón y Romero que coincidieron en un curso sobre Derechos Humanos y Conflictos Bélicos, y Alicia G. Montano, directora de Informe semanal se hizo cargo de la producción. El juez no se limitó a proponer la idea, sino que ha participado activamente en el documental, eligiendo sus contenidos junto a Romero, que ha sido el guionista y director y ha hecho entrevistas a víctimas de los verdugos.
La elección de Argentina responde a que, según Garzón, «es la dictadura que mejor ejemplifica estas situaciones» ya que la eliminación selectiva de los opositores se produjo «de la forma más salvaje» y en el más corto período de tiempo. «Las víctimas necesitan no sólo comprensión y acogimiento por parte de la sociedad. Necesitan respuesta por parte de la Justicia», concluyó el juez.
Alicia G. Montano, afirmó que «es una retrato descarnado de la represión argentina» y recordó unas palabras de Castelao: «No se entierran cadáveres, se entierran semillas».
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