MADRID. - Con el fin de reconocer la trayectoria profesional de destacados ciudadanos de La Rioja en la ciencia y la cultura, el Consejo de Gobierno de La Rioja y Unidad Editorial, empresa editora del diario EL MUNDO, han fallado los II Premios de las Artes y de la Ciencia Riojanos del Mundo.

Han formado parte del jurado varios miembros del Consejo de Gobierno de La Rioja, comenzando por el presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Sanz, y sus consejeros Emilio del Río (Presidencia y Acción Exterior) y Luis Alegre (Educación, Cultura y Deporte). También Pilar Montes (directora general de Cultura) y Antonio José García Cuadra (director general de Obras Públicas).

En el apartado de personalidades independientes, la académica Carmen Iglesias; el rector de la Universidad de La Rioja, José María Martínez de Pisón; su homólogo de la Rey Juan Carlos de Madrid, Pedro González Trevijano; el biólogo Marcos Malumbres, Premio Nacional de Investigación Bioquímica; el director del Instituto de Estudios Riojanos, José Miguel Delgado Irreta, y el productor de cine José Antonio Romero.

Por parte de UNEDISA, empresa editora del diario EL MUNDO, tomaron parte en las deliberaciones Pedro J. Ramírez, director de este diario; Paolo Carrer, vicepresidente del grupo; Aurelio Fernández, secretario general de la Redacción de EL MUNDO; Blanca Berasátegui, directora de El Cultural; y Manuel Llorente, redactor jefe de la sección de Cultura.

Todos los galardonados recibirán, como recuerdo de esta convocatoria, una escultura que el artista riojano Miguel Angel Sainz proyectó poco antes de fallecer a los 46 años. La pieza reproduce dos rocas naturales esculpidas por el tiempo en Autol, muy conocidas en La Rioja y conocidas como El Picuezo y La Picueza.

El Centro Cilengua.

En la modalidad de Letras y Humanidades, se reconoce, ex aequo, la labor del académico José Antonio Pascual, del catedrático de Literatura Pedro Manuel Cátedra y del también catedrático de Lengua Española de la Universidad de La Rioja Claudio García Turza. Ellos son los responsables de que el próximo 9 de abril se inaugure en San Millán de la Cogolla, cuna del idioma español, el Centro Internacional de Investigación de la Lengua, Cilengua, que ocupará dos edificios: una de las alas del Monasterio de San Millán y el palacio de los Manso de Zúñiga.

Un centro que contará con una biblioteca de más de 50.000 volúmenes, que ha supuesto una inversión de 4,5 millones de euros y en el que ya tienen cabida diversos proyectos de investigación de gran envergadura, como el rastreo del origen del español en la historia de las Biblias o el Diccionario del Español Medieval.

«Somos como tres tenores», dijo José Antonio Pascual en representación de Cilengua. «El premio nos ha dado un gran entusiasmo para trabajar en este precioso proyecto. En el caso de mis colegas, se premia su sabiduría. En mi caso, el entusiasmo», dijo con ironía el miembro de la Real Academia Española.

Santiago Tabernero.

Después de dirigir el programa Versión española de TVE, saltó recientemente a la dirección cinematográfica con la película Vida y color, que se alzó con el Premio del Público del Festival de Valladolid y fue candidata al Goya al mejor director revelación. Tabernero confesó a este periódico su satisfacción por ser reconocido Riojano del Mundo: «Tengo 46 años y llevo más de 20 viviendo en Madrid. Es casi toda la vida, pero Logroño no se me ha quitado de la cabeza nunca. Voy a menudo a La Rioja, porque es la tierra de mi familia, de mis amigos, y porque me sirve para chequear mi lugar en el mundo. Me tranquiliza que me unan tantas cosas a mi tierra. No soy nacionalista, y me alegro mucho de pertenecer a una región no nacionalista, que además es punto de encuentro, un cruce de caminos, y me siento muy riojano en un sentido no beligerante, sino de pertenencia a una cuna. Siempre me he sentido profeta en mi tierra. El Gobierno de La Rioja, por ejemplo, apoyó y apostó por mi primera película. Suena a jabón, pero así lo siento».

José Antonio Oteo.

Con más de 300 publicaciones científicas, este investigador de enfermedades infecciosas lleva 17 años adscrito al Nuevo Hospital San Pedro como responsable de un equipo de tres biólogos y cinco médicos que combina la investigación clínica con la básica: «Es un honor para mí recibir este reconocimiento, que se extiende también al trabajo del grupo. Llevamos mucho tiempo estudiando las enfermedades transmitidas por artrópodos vectores, especialmente garrapatas, y hemos conseguido describir nuevas enfermedades», manifestó.

Ignacio Quemada.

Nacido en Logroño hace 43 años, este arquitecto que se licenció en Madrid con un currículo sobresaliente forma parte del equipo de uno de los arquitectos más internacionales, el de Rafael Moneo, con quien trabajó en el proyecto del Kursaal de San Sebastián. Su obra construida más reconocida son las Bodegas Juan Alcorta de Logroño (2000-2003), que se ha convertido en referencia de la arquitectura mundial y que mereció, entre otros, el Premio Internacional Best of the Architecture, de la Red de Grandes Capitales del Vino; una mención especial de los Premios FAD 2004 y otra mención de los Premios Construmat 2005. Dicha bodega almacena el 10% de todo el vino de la Denominación.

«Ser elegido Riojano del Mundo me produce una gran satisfacción. Estos premios reconocen el riojanismo y yo lo ejerzo por completo. Me considero muy riojano y presumo de La Rioja. Creo que el jurado ha valorado con este premio el esfuerzo por el trabajo y la calidad del mismo, pero espero acabar mereciéndome el premio algún día. Efectivamente, mi obra más singular es la Bodega Juan Alcorta, que ha pasado de ser un espacio industrial a convertirse en un lugar emblemático, una bandera del vino de Rioja», dice Quemada.

Bodegas y Museo Ontañón.

Establecer un diálogo entre el arte y el vino. Ése es el objetivo de estas bodegas que permiten recorrer la historia de la cultura del vino, desde el tiempo de los griegos y los romanos hasta la actualidad. Y lo hacen a través de la obra del artista Miguel Angel Sainz, que tomó como referencia al dios Dionisio, deidad de la vegetación, de la viña y del delirio báquico. Bodegas Ontañón, cuya historia comienza en 1984, cuenta con dos sedes principales, una en Aldeanueva de Ebro y otra en Logroño. El viñedo cultivado es actualmente de 180 hectáreas, divididas en cuatro parcelas donde se distribuyen las variedades autóctonas: tempranillo, garnacha, graciano y viura, así como moscatel de grano menudo.

Raquel Pérez Cuevas, directora técnica de Bodegas Ontañón, explica que el edificio muestra el mundo del vino a través de la mitología: «Hemos hecho una gran apuesta por acercar el mundo mágico de la elaboración del vino al ciudadano más profano con el fin de que se interese por esta cultura. Después de recorrer el museo, se invita al visitante a la zona de envejecimiento, donde se encuentran las barricas y a degustar cada caldo y disfrutar de sus aromas, colores y sabores».