Pregunta.- Dice que no ha logrado convencer a los jugadores. ¿De qué y porqué?

Respuesta.- Ha habido partidos en los que hemos dejado ir buenas posibilidades, concretamente contra el Valencia o el Sevilla, alguno en casa... En un afán de autocrítica, viendo porqué no ganamos, una de mis conclusiones es que yo no había logrado inculcar en el jugador la confianza para ganar ese partido. Simplemente fue un comentario de un momento particular.

P.- Las derrotas en Sevilla, Valencia, Huelva y Zaragoza, ¿es sólo cuestión de creérselo?

R.- Es una cuestión de todo. Incluso desde el planteamiento. Por ejemplo, yo en Sevilla, ¿por qué decido prescindir de las bandas si Alves va bien por fuera? Y en el análisis digo: 'me equivoqué'. Porque Alves nos llegó cuatro veces en 20 minutos. Como digo, son análisis puntuales que hago tras cada partido. ¿Qué sucede? Que en esta ocasión se hizo público. Siempre me pongo por delante en la crítica, y en esta ocasión también.

P.- ¿La directiva le ha exigido la Champions?

R.- Cuando yo llegué hablamos de Europa, y eso no ha cambiado.

P.- Sin embargo, en esta Liga parece más factible.

R.- No lo sé. Ahora se decide todo. Cómo llegues físicamente, cómo llegues en la clasificación, cómo llegues mentalmente, qué calendario tengas... Todo eso cuenta.

P.- ¿Y el Atlético cómo llega?

R.- Nos gustaría haber llegado con más puntos. Ya no digo quintos, cuartos... Digo con más puntos porque en estos últimos años la UEFA está de 55 puntos para arriba.

P.- ¿Es ésta la peor Liga desde que está aquí?

R.- No. Estamos en la media. Lo que pasa es que no se han escapado uno o dos equipos. Este año estamos todos más compactados. Tres resultados buenos te ponen a soñar y tres malos a sufrir.

P.- Dice que hay jugadores que pueden pensar: 'Yo ya fui a Europa, ya fui campeón'. Sólo le pueden decir eso Costinha, Maniche y Seitaridis. Y Mista, si acaso.

R.- No voy a personalizar nunca. No lo he hecho jamás por el respeto que les debo a los jugadores. Seguramente fue un comentario sin más, al que no le doy más importancia. Lo que tengo que decirle a los jugadores se lo digo siempre en el vestuario.

P.- ¿Se siente atacado injustamente?

R.- No me siento atacado injustamente. Me siento, como cualquier técnico que dirige a un equipo grande, vigilado en su trabajo.

P.- ¿Hay críticas que no entiende?

R.- Hay críticas que no comparto, pero entenderlas debo entenderlas todas. No comparto que se estereotipe a los jugadores. Si juega éste el equipo es ofensivo, y si juega éste es defensivo. No es tan simple. Yo he jugado muchas veces con rombo, con media punta, y no lo he leído.

P.- En el último partido en el Calderón la gente le pitó el cambio de Gabi por Jurado. ¿Cómo le sentó?

R.- Entiendo que la gente quiera ver a su equipo ganando, ver espectáculo y goles e irse a casa contento. Es normal que manifieste su disconformidad. A mí me ha pasado, cuando no me gusta un película me salgo, o un libro que no me gusta lo cierro.

P.- Al equipo le cuesta llevar la iniciativa. ¿Eso es falta de calidad, de atrevimiento?

R.- Eso me parece que es un estereotipo. Según ustedes somos el equipo que más remata de la Liga. Si esto tuviera algo que ver con la falta de calidad o de atrevimiento seríamos de los que menos llegan al área rival. Es cierto, y eso sí lo comparto, que ha habido partidos en el Calderón, sobre todo al principio, donde no encontrábamos variantes.

P.- ¿Comparte la sensación general de que el Atlético juega mal?

R.- Primero habría que ver qué se entiende por sensación general.

P.- Lo que se lee, lo que se escucha, lo que dicen los aficionados que no son periodistas...

R.- Si eso es sensación general yo tengo otra sensación general, o yo me muevo en otros lugares, la gente no me dice esto. La Liga, y los equipos, tienen momentos buenos y malos, y soy el primero en reconocer que nos ha faltado regularidad. Aún así estamos 20 semanas en Europa.

P.- ¿Fernando Torres es más o menos de lo que esperaba?

R.- Es más de lo que yo esperaba. Lo conocía como rival, pero ahora lo ves entrenar y te da alegría, un enorme entusiasmo y motivación. Y luego como persona... es el primero en dar autógrafos, el último en irse, se detiene ante todos, nunca tiene un mal gesto... Es un caballero.

P.- ¿Cuándo veremos al gran Agüero?

R.- No entiendo el calificativo.

P.- Al que vimos en Argentina.

R.- ¿Tú lo viste en Argentina?

P.- Algunos partidos en televisión.

R.- Ése es el problema. A ver quién ha visto a Agüero en Argentina seguido, en directo... Y luego hablamos de Agüero en Europa. Y yo digo que Agüero ha tenido una enorme progresión. Es un jugador muy productivo para el equipo.

P.- ¿Le están consultando los fichajes del año que viene?

R.- Yo tengo reuniones prácticamente semanales con Miguel Angel, con Enrique y con Suso. Por supuesto que estoy enterado de todo lo que ellos me dicen.

P.- Pongamos que se logra el objetivo. Ha dicho que no será una cuestión de dinero su continuidad. ¿De qué dependerá entonces?

R.- Hablar con la directiva y decir: '¿están a gusto conmigo? ¿Les parece bien mi trabajo?' y hablar con mi mujer y con mis hijos: '¿estamos bien en Madrid? ¿sí?' Pues adelante.

«No hay peor ciego que el que no quiere ver. Aquel muchacho me dio una lección de vida y donde quiera que esté se lo agradezco». Hablando de temas limítrofes al fútbol, Aguirre recupera la distensión. Dice eso porque aún no olvidó un partido, hace muchos años, contra Honduras.

Él jugaba en México. Un hondureño, con la pierna torcida por una operación, les estaba complicando la vida, y el hoy entrenador del Atlético, fuera de sí, le llamó «cojo de mierda». Aquel muchacho, al final, sólo le dijo: «Profe, no me diga eso, por favor». Se arrepiente. Y mucho.

Porque este Aguirre ha ido madurando. No es el mismo que vino por primera vez a Madrid hace 10 años, a terminar el curso de entrenador. La ciudad tampoco. «Ha crecido un mundo», recuerda un tipo rutinario, que lleva a sus dos hijos pequeños al colegio antes de entrenar, porque al mayor ya le ha comprado un coche con el que ir a la universidad.

Dicen quienes están cerca de él que con algunas declaraciones ha querido 'despertar' a los jugadores, 'pincharles' para que reaccionen y no se les escape Europa. Al fin y al cabo, aunque tiene el título de Administración de Empresas, «yo sólo administro recursos humanos». Su equipo, sobre todo su segundo, Nacho Ambriz, son la sombra de un trabajo «profesional y honesto», dice, que le deja tiempo para pelearse estos días con las 886 páginas de una biografía de Pancho Villa escrita por Paco Ignacio Taibo II que alguien le trajo de México. ¿Una película? Con entusiasmo: «La vida de los otros. Una alemana buena de verdad».

Es época de manifestaciones, así que a él que lo llamen para salvar el planeta porque «eso sí lo sé. Nos lo estamos cargando».