J. T. DELGADO
BILBAO.-
Aviso a navegantes: quien pretenda asaltar Iberdrola por la vía hostil tendrá que ganarse la confianza de un plantel de accionistas entregado al proyecto actual de la compañía vasca. En medio de la encarnizada pelea por el control de Endesa, donde cada título se ha convertido en decisivo, los propietarios de la eléctrica brindaron ayer una demostración de fuerza, acudiendo de forma masiva a la Junta de Accionistas en Bilbao. El 77,3% se acercó al Palacio Euskalduna para apoyar la compra de Scottish Power, todo un récord en el panorama empresarial español.
El listón es tan alto que obliga a cualquier comprador a lanzar una jugosa oferta si desea absorber Iberdrola. O a entrar por la vía amistosa. De lo contrario, le resultará harto complicado levantar los blindajes, que limitan al 10% los derechos de voto con independencia de la participación. Esta restricción es idéntica a la que contemplan los estatutos de Endesa. Sin embargo, la suspensión de los límites es más complicada en Iberdrola. Se necesita el voto favorable del 66% de la Junta si la OPA en cuestión es en efectivo y se extiende a la totalidad del capital. El tope es mayor aún (75%) si la oferta es parcial o contempla parte del pago en papel. En ambos casos, la cifra exigida en Endesa asciende al 50,01%, la cantidad de capital por la que pelean -y pelearán en los próximos meses- E.ON, Enel y Acciona.
El quórum de la junta de Iberdrola supera con creces el obtenido en 2006 (55,4%) y rebasa con creces la asistencia de las mayores compañías del Ibex 35.
El presidente de la eléctrica vasca, Ignacio Sánchez Galán, ha conseguido movilizar en masa a los accionistas para apoyar la fusión con Scottish, que recibió el sí del 99,4% del capital. Empezando por la ACS de Florentino Pérez, que ayer envió a Bilbao al secretario del consejo, José Luis del Valle, como representante. Pero el ejecutivo salmantino también ha realizado una importante labor de zapa en los últimos meses, impulsando la entrada en el capital de un nutrido grupo de accionistas amigos. Entre ellos Alicia Koplowitz, Nicolás Osuna y el grupo de la familia Sánchez-Ramade. Todos ellos votaron a favor.
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