Este indicador proporciona un avance del IPCA, que calcula los precios de consumo de forma armonizada con los del resto de la zona euro y que, en caso de confirmarse, supondría una disminución de una décima en su tasa anual.

No obstante, el indicador adelantado proporciona únicamente una información de carácter orientativo, según el INE, por lo que no tiene que coincidir con el Indice de Precios de Consumo (IPC) general.

De hecho, en febrero, el IPCA se situó en el 2,5%, mientras que el IPC fue una décima inferior, del 2,4%. Este último dato fue tres décimas menos que el aumento de inflación del conjunto de 2006, que se situó en el 2,7%.

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, el miércoles se mostró optimista respecto a la evolución de la inflación, y auguró una «ligera» mejora con respecto a la tasa de febrero, además de insistir en que el IPC se situará por debajo del 2% en el primer semestre. Ése es precisamente el objetivo general de inflación previsto por el Banco Central Europeo para los países de la zona euro, aunque la UE prevé que España acabe el año en el 2,8%.