Agentes de la Gendarmería francesa detuvieron en la madrugada de ayer a dos presuntos miembros de ETA que habían eludido un control rutinario de aduanas instalado en Périgueux, en el suroeste del país. Posteriormente, se inició una persecución que terminó en las calles de la localidad, donde los sospechosos, acorralados, abandonaron el vehículo en el que viajaban y trataron de huir a pie, aunque fueron finalmente alcanzados y arrestados.
Los dos detenidos son Juan Carlos Iurrebaso Atutxa y Kepa Mirena Suárez Huarte, de 51 y 47 años, respectivamente. Ambos portaban documentación falsa y se expresaron siempre en castellano, y uno de ellos, que iba armado con una pistola tipo Hertsal, reconoció su pertenencia a la banda terrorista ETA. Después los dos guardaron silencio en comisaría, según informaron a Efe fuentes de la lucha antiterrorista.
En su fuga tras eludir el control entre Bergerac y Périgueux (Dordogne), los dos presuntos etarras abandonaron el coche en el que viajaban, un Peugeot 307 con matrículas falsas que había sido robado el pasado mes de septiembre en el centro de Francia.
Al cierre de esta edición, según las mismas fuentes, no había podido ser descubierto el lugar donde se alojaban. Para establecer la identidad de los dos arrestados, que a primera vista no eran buscados por la Justicia de Francia, la Gendarmería envió sus huellas dactilares y otros datos a la Policía española.
La Subdirección Antiterrorista (SADT) está a cargo de la investigación, junto con el servicio regional de la Policía Judicial de Burdeos.
Iurrebaso Atutxa se integró en ETA a comienzos de los años 70 y, después de pasar por Francia y Bélgica, fue enviado a Yemen del Sur en 1980 con otros miembros de la banda para recibir adiestramiento.
A su regreso fue arrestado en Holanda, junto a otros presuntos etarras, por llevar pasaportes falsos y, tras su entrega a España, cumplió una condena de 11 años de cárcel. Salió de prisión en 1991.
Suárez Huarte estaría implicado en el reclutamiento de activistas en Vizcaya. De hecho, huyó de la amplia operación de la Guardia Civil contra el aparato de captación de la banda en 2004. Entre 1987 y 1995 cumplió condena por dar alojamiento en su domicilio al comando Vizcaya de ETA, tras ser detenido en una redada a consecuencia de la captura del dirigente etarra Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros.
Control aleatorio
Estos arrestos no están relacionados con la desarticulación del comando Donosti, indicaron fuentes próximas a la investigación, que recordaron que el control de Aduanas que evitaron los detenidos era aleatorio.
La operación, según las mismas fuentes, es otra prueba de lo que los servicios franceses de la lucha antiterrorista señalan como la continua actividad de los miembros de la banda en Francia desde que ETA declarara un «alto el fuego permanente» en marzo de 2006, que el Gobierno español consideró roto por el atentado del pasado 30 de diciembre en el aeropuerto de Barajas.
Ya a mediados de este mes de marzo, otros dos presuntos etarras fueron sorprendidos por un guardabosques en una zona forestal del departamento de Loir-et-Cher (al sur de la región de París) cuando hacían prácticas de tiro con pistolas automáticas durante la noche.
Los dos hombres se dieron a la fuga a pie, abandonando un coche robado, equipado con matrículas falsas y en cuyo interior se hallaron documentos en euskara.
Ese vehículo elevó a 13 los automóviles robados por la banda descubiertos por la Policía francesa desde comienzos de año. En 2006 el número de coches sustraídos por ETA en Francia alcanzó la cifra récord de 71.