Por el contrario, un 32,9% defiende el mantenimiento del contingente en su dimensión actual -690 soldados-, en tanto que sólo un 4,8% cree que habría que aumentarlo.

Éste es uno de los resultados más llamativos del último barómetro del Real Instituto Elcano, realizado mediante encuesta telefónica a un total de 1.200 personas de todas las comunidades autónomas.

El estudio demuestra que tras la muerte en atentado, el pasado 21 de febrero, de la soldado Idoia Rodríguez, ha aumentado llamativamente el número de quienes consideran que la misión es bastante o muy peligrosa. En esta opinión se sitúan nueve de cada 10 encuestados.

Los ciudadanos, a pesar del riesgo evidente que perciben, siguen considerando en un 49% que la labor que realizan los soldados españoles es positiva, si bien este porcentaje es considerablemente menor al 60% que opinaba de esta manera el pasado mes de diciembre.

Este estado de opinión resulta coherente con la sensación de deterioro de la situación en el país que tienen los españoles. Un 68,4% cree que las cosas en Afganistán han ido a peor en los últimos meses y un 50,2% opina incluso que en el futuro serán todavía más negativas.

De la misma forma, el 58% de los encuestados considera que la amenaza del terrorismo islamista en España es mayor que antes del envío del contingente a Afganistán, en tanto que un 31,7% cree que es igual.

El otro dato especialmente relevante del barómetro es el que evalúa el sentimiento de riesgo de los españoles en relación con el terrorismo islamista y con el de ETA. Un 43,1% sitúa en el mismo nivel las dos amenazas, en tanto que un 30,8% concede más relevancia al terrorismo internacional y un 23,7% al de ETA.

En cualquier caso, cabe destacar que el porcentaje de españoles que ahora sitúa la amenaza etarra al mismo nivel que la de tipo islamista se ha duplicado desde el pasado mes de diciembre, justo antes de que la banda perpetrara el atentado que costó la vida a dos personas en el aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Barajas. En diciembre, sólo un 20% de los encuestados equiparaba la amenaza de uno y otro tipo de terrorismo.

Además, un 60,7% cree que, a raíz del juicio del 11-M, pueden producirse atentados contra intereses españoles en países musulmanes. Es quizá por esta razón por la que un altísimo porcentaje, un 78%, considera necesario un aumento del gasto público en la lucha contra el terrorismo internacional, aunque sólo un 34% estaría dispuesto a renunciar «mucho o bastante» a parte de sus derechos ciudadanos en beneficio de una estrategia frente al terrorismo islamista.

Pese a estas respuestas, los españoles no dan muestras de islamofobia, según el análisis del Instituto. Por ejemplo, un 66,3% dice estar a favor de que los extranjeros musulmanes residentes en España voten en las elecciones municipales, o un 40,7% al que le parece bien que utilicen la mezquita de Córdoba para sus rezos.

Sin embargo, el porcentaje de quienes se manifiestan contrarios a que las niñas musulmanas lleven velo en la escuela es muy alto: un 60,7%. Por último, y como dato curioso, los encuestados califican al presidente de EEUU, George W. Bush, exactamente igual que a Bin Laden cuando se pregunta quién es más peligroso para la paz mundial.