ADRIAN CORNEJO
Tocaba someter a examen a la región y la candidata de Izquierda Unida a la Comunidad de Madrid, Inés Sabanés, fue directa: «No se ha realizado una tutela efectiva de la ordenación territorial y por eso pretendo promover un pacto contra la corrupción urbanística que ha perjudicado y sigue haciéndolo a la región y el Estado».
En la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, lugar por el que pasarán todos los candidatos al Ayuntamiento y a la Comunidad en el próximo mes, Sabanés desglosó las claves del programa con el que aspira a influir (si se produjera el Gobierno de una coalición de izquierdas) en la política regional. La candidata de IU habló de la necesidad de «reequilibrar el desarrollo de la región en contra de la constante creación de necesidades que fomenta la política del PP».
«Es imprescindible repensar el modelo territorial». «Resulta necesario modificar el modelo de financiación otorgando mayores presupuestos y competencias a los ayuntamientos y fomentar la participación activa de los ciudadanos en las cuestiones de su entorno», afirmó.
Sabanés hizo especial hincapié durante la intervención sobre la necesidad de detener la «voracidad urbanizadora» y actuar sobre la Ley de Suelo y de Haciendas locales «para que los terrenos no se conviertan en urbanizables por antojo de los políticos». «Debe haber mecanismos claros para la asignación de viviendas. Nosotros queremos activar la movilización de las viviendas vacías [que Sabanés estimó en 350.000 en la región] y fomentar las de alquiler». «Además, el descenso en la especulación urbanística haría disminuir los precios, lo que permitiría escoger a los habitantes una vivienda más cercana a su lugar de trabajo. Esto favorecería a su vez el transporte, porque los ciudadanos no tendrían que desplazarse a hora y media de su casa, como muchos de ellos hacen ahora», opinó.
La candidata a la Comunidad de Madrid continuó su intervención manifestando su intención de «impulsar las energías renovables y la gestión de los recursos para luchar contra la amenaza medioambiental planetaria, una cuestión que el Ayuntamiento y la Comunidad han olvidado con los gobernantes del PP al frente».
Sabanés destacó también su compromiso para reducir el tráfico en la región. «Queremos disminuir el uso del vehículo privado y hacer del transporte público un medio más competitivo, eficaz y de calidad, que garantice el mantenimiento de todas las redes. Para ello, debemos empezar por coordinar los horarios entre Cercanías y Metro y mejorar el mantenimiento del suburbano, que últimamente presenta deficiencias». La veterana política también se refirió a la M-30 y a Metrosur, dos grandes proyectos del Gobierno de Gallardón para los que aseguró que «existían mejores alternativas». «La M-30 pasó de ser nacional a municipal, sin pasar por regional para que el alcalde hiciera las obras sin oposición. Por eso, y porque ha endeudado a los madrileños para 35 años, si fuera presidenta de la Comunidad no participaría en la financiación de la M-30, a pesar de que reconozco de que en términos prácticos la infraestructura es supramunicipal [según los datos el 60% de los que la utilizan no es de la capital]».
La propia Sabanés finalizó su comparecencia reconociendo la necesidad de establecer una financiación especial para grandes ciudades. «Creo que esta opción es mejor que la Ley de capitalidad, que creaba un agravio comparativo entre Madrid y el resto».
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