C. SERNA
Los túneles del Manzanares, uno de los proyectos de la M-30 que más peligros traía consigo en su ejecución por la proximidad del acuífero, han llegado a su fin bajo tierra, a falta de pulir algunos detalles y de iniciar las obras de recuperación de la superficie. Hoy se abre la calzada exterior del anillo, es decir, casi seis kilómetros de tronco central más cuatro de conexiones, desde Marqués de Monistrol hasta el Nudo Sur.
Con esta inauguración se eliminan definitivamente los coches de la superficie del río Manzanares, aunque su apertura contará, en principio, con sólo dos carriles. Durante las fiestas de Semana Santa, se derribará un muro de obra que posibilitará el uso de los cuatro carriles.
También se pondrán hoy mismo en funcionamiento la mayoría de las conexiones del subterráneo pero quedarán aún sin uso el ramal a la carretera de Toledo, el acceso a la glorieta de Pirámides, la conexión con Santa María de la Cabeza y del Puente de Praga, hacia la avenida del Manzanares, en dirección glorieta de Cádiz.
Esta infraestructura será utilizada por más de 107.000 vehículos de los que, según los estudios de movilidad, 70.000 vendrán del by-pass Sur, ya que este subterráneo estará conectado con el túnel sur cuando entre en funcionamiento el próximo mes de abril.
En todo este tramo, se han eliminado las entradas en trenza y cada conexión dispondrá de un carril único para incorporarse. Además, el subterráneo contará con 132 cámaras de vigilancia para su seguridad.
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