CARLOS GARCIA-CALVO
No hay por qué negarlo: la vida social madrileña ha sido más árida que el Kalahari últimamente. Desde la rentrée navideña no ha habido ninguno de esos cócteles/cenas -lo que ahora se conoce con cierto eufemismo como fiestas- que haya sido memorable. Lo comentábamos la semana pasada en el algo parco lanzamiento de la primera franquicia española de una marca italiana mientras servían un plato combinado de rissotto con macarrones fríos y duros como piedras.
Tampoco ha habido nada jugoso en el panorama del corazón ajeno. Las épocas felices, cuando las grandes pasiones estaban a la orden del día, parecen haber llegado a su fin con el emparejamiento, esperemos que definitivo, de Paulina-Colate y Eugenia-Gonzalo. Tampoco ha recrudecido esa guerra eterna y santa entre Pronovias y Rosa Clará (Pro y Ro) por ver quién viste al mayor número de novias mediáticas. Nos alegró la primavera pasada con los desposorios de Astrid Gil Casares, Genoveva Casanova o Carmen Martínez-Bordiú de la mano de Pro y Paula Echevarría o Fabiola Martínez de la de Ro.
Y de repente esta semana han empezado a ocurrir cosas palpitantes. Y no me refiero al misterioso caso ya esclarecido de las estupendas tetas de Elsa Pataky, sino a los comebacks de Isabel Sartorius.
La antigua novia del Príncipe de Asturias ha reaparecido muchísimo más delgada como la estrella absoluta de los cover stories de dos de las revistas más importantes del país, Telva y ¡Hola! Y está realmente espectacular en la revista del señor Sánchez Junco vestida con ropa de Mango y joyas de San Eduardo.
La razón de este doble comeback, y nos imaginamos que habrá un tercero y tal vez un cuarto, es que Sartorius debuta como diseñadora de accesorios y quiere mostrarnos los bolsos de su primera colección, muy en la línea de lo que se lleva últimamente. Me ha encantado esta reaparición glamourosa, ya que en mi próximo libro, Te vestiré como una reina, me pregunto cómo hubiese sido el estilo Isabel de haber llegado a princesa de Asturias, comparado en el tan comentado estilo Letizia. Recomiendo leer las entrevistas, ya que es muy interesante ver cómo capea airosa preguntas a veces necias y pone fin a los rumores algo rocambolescos sobre la paternidad de su hija Mencía.
Como recomiendo que no se pierdan la falta de caballerosidad de Rafael Leflet al hablar de su ex novia, Gema Ruiz, a la que considera descartada. No sé por qué me extraño, ya que uno de sus grandes amigos y compañero de copas es Ernesto Neyra, el supuesto bailarín al que lanzó al estrellato Carmen Ordóñez. De buena se ha librado la rubia Gema.
Syliane Stella / Se mantiene. Nos maravilla el nuevo look de la estupenda ex señora de Vilallonga. Nos apuntamos a su cura de rejuvenecimiento aunque acabemos pareciéndonos a otro.
Nilo Manrique / Baja. Me aterraría encontrarme con uno de sus pelos flotando en la sopa. Al ex de Isabel Gemio, escultor cubano reconvertido en jefe de cocina, le recomendaría que ocultase su gran melena dentro de la gorra de chef.
Carmen Martínez-Bordiú / Baja. La nietísima y su marido, José Campos, han comprado una casa que más que cántabra parece transilvánica. ¿Dejarán el gran crucifijo, el ángel orondo y la Virgen de Lourdes que decoran su lúgubre jardín?
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