JÉROME BERNARD. France Presse / EL MUNDO
WASHINGTON.-
El secretario de Justicia de Estados Unidos, Alberto Gonzales, fue acusado ayer por su antiguo brazo derecho, Kyle Sampson, de estar directamente implicado en la destitución de ocho fiscales federales ocurrida el año pasado. Una medida que se ha convertido recientemente en un escándalo al asegurar los demócratas que fue dictada por razones políticas.
Sampson declaró que las destituciones se produjeron porque los mencionados fiscales no apoyaron lo suficiente el programa del presidente George W. Bush. El ex jefe de personal de Gonzales hizo estas declaraciones en un discurso antes de testificar -voluntariamente y bajo juramento- ante el Comité Judicial del Senado sobre estos hechos, según informa la agencia Efe.
Sampson dimitió el 12 de marzo. En sus palabras ante la Cámara Alta también opinó que la «diferencia entre razones políticas y de rendimiento para eliminar a un fiscal en Estados Unidos es artificial» y aseguró que las declaraciones de Gonzales de que no estaba implicado en el asunto «no fueron exactas». «Yo recuerdo que traté con él el proceso para pedir a algunos fiscales que dimitieran», dijo, recordando que su ex jefe acudió a una reunión sobre este asunto el 27 de noviembre de 2006.
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