Castro, arropado por un murmullo oficialista que pregona su estable mejoría de su salud, afirmó en su texto de más de 1.500 palabras que la citada idea quedó establecida como línea económica de la política exterior de Estados Unidos en la reunión sostenida, el pasado 26 de marzo, entre Bush y los fabricantes de vehículos donde se acordó desarrollar el uso del etanol para reducir en un 20% el consumo de gasolina en 10 años.

El líder revolucionario, apoyándose en el dato de que una tonelada de maíz sólo produce 413 litros de la mencionada sustancia como promedio, reafirmó el criterio de que lo trágico de la propuesta de Bush está en no querer reducir los actuales gastos de energía, sino en fomentar la idea de sostener el actual nivel de consumo reconvirtiendo alimentos en combustible.

«Verán cuántas personas dejarán de consumir maíz entre las masas hambrientas de nuestro planeta», advirtió Castro refiriéndose a la posibilidad de que se aplique esta receta a los países del llamado Tercer Mundo. Si se financian a los países pobres para que produzcan etanol del maíz o de cualquier otro alimento, añadió, «no quedará un árbol para defender la humanidad del cambio climático». Según el líder revolucionario, en Cuba el alcohol se producía como subproducto de la industria azucarera, pero el cambio de clima «está afectando ya su producción». Por lo que Castro sentenció que, «independientemente de la excelente tecnología brasileña para producir alcohol, en la isla el empleo de tal tecnología para la producción directa de alcohol a partir del jugo de caña no constituye más que un sueño o un desvarío de los que se ilusionan con esa idea».

Y con la explícita intención de precisar la política cubana sobre combustibles alternativos, el periodista Fidel Castro señaló que, «en nuestro país, las tierras dedicadas a la producción directa de alcohol pueden ser mucho más útiles en la producción de alimentos para el pueblo y en la protección del medio ambiente».

También sugirió en su artículo que «sin matar de hambre a las masas pobres del mundo», se podría ahorrar millones de millones de dólares en inversión en combustible simplemente cambiando las bombillas incandescentes por bombillas ahorradoras. «Algo que Cuba ha llevado a cabo en todos los hogares del país», aseguró Castro, quien hace dos años dirigió personalmente la llamada «revolución energética» consistente en sustituir en todos los hogares de la isla los viejos aparatos electrodomésticos por nuevos equipos de bajo consumo. Además, en la actualidad se está llevando a cabo una reparación total en todo del país de la red eléctrica. Y también como parte de esa «revolución energética», la tarifa del consumo de electricidad subió casi a un 300 % para forzar el ahorro de las familias y las entidades estatales.

Castro, que ha permanecido convaleciente desde que fue sometido a una operación quirúrgica intestinal el 27 de julio de 2006, en sus breves apariciones ha expresado reiteradamente su inquietud por los severos peligros que amenazan la extinción de la especie humana.

Ramón Castro, hermano mayor de Fidel, dijo ayer que el líder cubano «está muy bien» en este momento. «Está entero», declaró durante la inauguración de la Feria Comercial Internacional Agropecuaria (FIAGROP) que se celebra en La Habana. En medios oficiales, se dice que su primera aparición pública podría ocurrir en abril.