Sin embargo, Cevallos respetó la sentencia y por esa razón optó el miércoles por readmitir a los expulsados. La policía, por su parte, que protege los alrededores del antiguo Banco Central, sede provisional del Congreso, no les permitió entrar al recinto, por lo que el presidente del legislativo levantó las sesiones hasta el martes que viene.

Los partidos, que antes eran minoría en el Congreso y ahora conforman la mayoría, gracias a cerca de una veintena larga de tránsfugas, amenazaron con celebrar una sesión alternativa ayer, pero no lograron el quórum requerido. El PRE, la formación que dirige el ex mandatario Abdalá Bucaram desde Panamá, donde reside, optó por no participar en el golpe de mano. Su portavoz, Jimmy Jairada, afirmó que ellos no se pueden prestar «para cosas ilegales e inconstitucionales» y que más bien aguardarán al martes para ver qué medidas adoptan el TSE y el Tribunal Constitucional (TC).

Cevallos le pidió ayer al TC que defina cuanto antes la suerte de los 57 diputados destituidos, que impugnaron la medida, puesto que hasta ese momento no estará clara la composición del poder legislativo. «Tenemos que respetar y acatar lo que ellos decidan, nos guste o no. Si no es así, nunca encontraremos una solución», manifestó.

Ese medio centenar de congresistas, miembros del PRIAN, PSC y Sociedad Patriótica, que siguen considerando válido el concepto del juez de Guayaquil aunque haya sido desestimado por el TSE, anunciaron ayer su intención de ingresar en el pleno, para lo cual han pedido al ministro de Gobierno, Gustavo Larrea, que los proteja.

El problema es que el presidente Rafael Correa y el máximo responsable del TSE, Jorge Acosta, ya han advertido que no acatarán ninguna resolución que dé marcha atrás a la destitución de los parlamentarios ni que entorpezca la convocatoria de la Asamblea Constituyente, así que nadie puede saber qué ocurrirá la otra semana. Correa, mientras tanto, sigue atacando con virulencia a todos lo que se oponen a su proyecto político, y advierte de que la calle no permitirá a las «mafias» que se interpongan en su camino. Y continúa su intensa campaña a favor de la consulta popular del 15 de abril.