DANIEL G. SASTRE/ NANDO GARCIA
BARCELONA.-
El remedio podría estar siendo peor que la enfermedad.La operación para exterminar la plaga de pulgas que afectaba a las instalaciones de la Policía Local de Martorell, que se inició ayer con una fumigación a primera hora de la mañana acabó con al menos una empleada de la limpieza ingresada en el hospital al resultar intoxicada por los insecticidas.
El pasado jueves, el Ayuntamiento de Martorell, tras alcanzar un acuerdo con los trabajadores y los sindicatos, accedió a clausurar la comisaría de la Policía Local por insalubridad, a causa precisamente de la plaga de pulgas que había invadido las instalaciones dos semanas antes.
El mismo jueves, el Ayuntamiento instaló candados en los accesos a la comisaría y puso un visible cartel en el que se advertía de la presencia de la plaga de pulgas. El Ayuntamiento tiene previsto abrir una nueva comisaría, pero en 2009, cuando se inaugure la de los Mossos d'Esquadra.
Ayer por la mañana, actuaron los exterminadores. Poco después, volvieron a abrir las instalaciones, al parecer sin dejar que pasara tiempo suficiente para que se diluyeran en el aire los insecticidas utilizados para acabar con la plaga de pulgas.
El problema es que en la mayoría de casos similares, que han afectado también a la Generalitat y, concretamente a personal sanitario del laboratorio hematológico del Hospital del Vall d'Hebron, las sustancias con las que se procede a desinfectar este tipo de invasiones de parásitos contienen órganofosforados que, aunque no en la misma medida, es también muy tóxico para los seres humanos y pueden provocar lesiones cardio-respiratorias de por vida.
De momento sólo la citada empleada de la limpieza ha presentado síntomas de intoxicación, pero fuentes de la plantilla no descartaban que tuvieran que ser atendidos empleados laborales o agentes de la Policía Local que habían empezado a sentirse mal durante la tarde de ayer
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