BARCELONA.-
Un circo estable en Barcelona y un circuito que funcione permanentemente en una veintena de ciudades catalanas. Esos son los ejes del plan que ha elaborado la Generalitat para mejorar la salud de un sector que últimamente vive un goteo de malas noticias; la última, los problemas para girar del Circ Cric.
Según el conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras, la creación de un circo estable en Barcelona no supondrá «una colisión entre los circos, sino que refuerza a las empresas dentro del sector». Asimismo apuntó que esta instalación se convertiría en «un espacio ideal» para circos extranjeros que de este modo reducirían costes.Ciudades españolas como Madrid o Albacete ya disponen de un circo estable actualmente.
Por otro lado, la red Ciudades Amigas del Circo estaría formado por ciudades catalanas que «estén en condiciones de contar con un público suficiente y estable», aunque Tresserras no rechazó la posibilidad de crear más adelante un circuito más local.
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