Ambos equipos llegan al partido en condiciones parecidas. A la vuelta de la esquina tienen sendos compromisos europeos, unos los cuartos de final de la Liga de Campeones, los otros de la Copa de la UEFA. Es una oportunidad histórica para los dos. El Valencia se mide al todopoderoso Chelsea; el Espanyol se inunda de ilusión soñando con jugar contra el Benfica. Aunque todo eso no va a afectar al entrenador blanquiazul: «El partido del jueves no va a condicionar el once», aseguró ayer.

La gran diferencia entre ambos es que mientras el Valencia pierde a uno de sus jugadores más importantes, como es Morientes, el Espanyol recupera a uno de los futbolistas que más había progresado esta temporada y que mejor sabe amenizar el ambiente en el vestuario, Pablo Zabaleta. Valverde se lo lleva a Mestalla «porque está para jugar, si no, no vendría», declaró tajante. «Hay que darle un margen porque lleva dos meses fuera del equipo, pero podría entrar en el campo si es necesario». El regreso de Zabaleta ha dejado fuera de la convocatoria a Velasco. Jônatas Domingos y el lesionado David García son los otros descartados.

Valverde se prodigó en halagos al Valencia, y puso como ejemplo que ha contado con seis jugadores en la selección española en los dos últimos partidos de clasificación para el Europeo. «Si miras del medio del campo hacia adelante, el Valencia es la selección.Eso dice mucho de ellos, son un equipo con un enorme potencial ofensivo, aunque desde hace muchos años el Valencia ha creado sus equipos desde atrás, partiendo de una defensa muy fuerte; esa es la base de sus éxitos», analizó.

El técnico espanyolista incidió en la baja de Fernando Morientes.«Es un goleador que tenía un papel muy importante en Mestalla.Es un delantero determinante y será una baja sensible para ellos».Sobre la posible factura física que puede acarrear al Valencia su nutrida representación internacional, se limitó a considerar -echando mano del maleable prisma- que es un mal menor: «Ya me gustaría a mí tener a seis internacionales».

Quique Sánchez Flores advirtió que su equipo «tiene lleno el saco de la mala suerte» con la lesión de Morientes, una más en una temporada aciaga. No obstante, recupera a Vicente para la banda izquierda, de quien Quique aseguró que «está bastante bien preparado» y podría jugar de inicio.

Una victoria, como clama Valverde, dejaría al Espanyol en una excelente situación en la Liga, a la vez que le colmaría de moral para afrontar la visita del Benfica.