Silvio Berlusconi suspira por verle vestido de rossonero, un sueño en parte alimentado por su hermano y representante, Roberto de Assis, mientras Rijkaard y compañía prefieren que su fútbol y su eterna sonrisa no dejen el Camp Nou. Según publicaba esta semana la prensa italiana, De Assis aseguraba que hablaría con el Milan, donde juega uno de sus clientes, el ex bético Oliveira, y que, tal vez, el tema Ronaldinho entraría en la conversación, dejando un misterioso plazo de dos semanas que, en Italia, se interpretó como una cuenta atrás para su fichaje por el Milan.

El miércoles, se apresuró a matizar sus palabras; y el jueves, incluso, se dejó caer por el entrenamiento del Barcelona para transmitir, otra vez, que su hermano se siente muy a gusto en el club y en la ciudad. Algo, desde luego, que no es óbice para que se vuelva a negociar. Así lo deslizó él mismo asegurando que hablaría en breve con el club. Las dos semanas parecían caer ahora en el tejado azulgrana.

La entidad barcelonista, mientras, se remite al contrato firmado por el jugador, que expira el 30 de junio de 2010, y a su cláusula de rescisión, de 125 millones de euros.

El técnico, Frank Rijkaard, tras asegurar en una entrevista concedida a Europa Press el pasado jueves que deseaba que el crack brasileño siguiera muchos años en el Barcelona, optó ayer en cambio por el pragmatismo. Para él, lo que cuenta ahora es sumar la tercera Liga consecutiva, empezando por ganar esta noche al Deportivo en el Camp Nou. «Está contento aquí y tiene contrato hasta 2010. Para mí, no hay tema. Siempre da lo máximo en el campo y eso es lo más importante», aseveró el holandés, quien contempla los titulares de la prensa italiana como una forma de «conseguir su objetivo».

Tal vez por eso, no escatimó mimos para Ronaldinho. Especialmente, cuando se le preguntó qué opinaba sobre el hecho de que Dunga, actual seleccionador brasileño, le haya privado del mítico del 10, un dorsal con una especial carga emotiva. «Ya le he dicho que me sorprendió mucho, porque Ronie es la personificación del número 10, no podemos imaginárnoslo con otro dorsal. Es algo poco habitual», afirmó el entrenador barcelonista. «Haremos todo lo posible para que se quede», agregó Rijkaard cuando le preguntaron si se iría a la Copa América con Brasil.