FRANCISCO CABEZAS
BARCELONA.-
Ahora sólo queda esperar. Isidre Esteve, piloto de raids de 34 años, se pasará los próximos meses aguardando una recuperación neurológica que le permita recuperar total o parcialmente la movilidad de sus piernas. Después de la intervención a la que fue sometido el motociclista ayer en el Hospital Vall d'Hebron barcelonés, los médicos no descartan nada. Esteve podría quedarse parapléjico, es cierto, pero también existe la posibilidad de que la recuperación sea completa. La situación no es irreversible, por lo que todavía quedan motivos para la esperanza. Y eso ya es mucho después de que al piloto catalán le estallaran las vértebras T7 y T8, el pasado sábado, en un accidente durante la Baja Almanzora.
Seis días después de ser ingresado en el hospital y de que se descartara una inmediata operación por la sangre que anegaba sus pulmones, el equipo médico del doctor Carlos Villanueva, jefe de la Unidad de Cirugía de la Columna del hospital, decidió ayer finalmente intervenir.
La operación se prolongó durante dos horas y media, y los médicos lograron reducir la fractura en ambas vértebras y equilibrar de nuevo la columna. «Se trata de una fractura relativamente habitual, y todo ha transcurrido sin incidencias ni complicaciones. Ahora la columna está alineada como si no se hubiera roto nunca», explicó Villanueva, que destacó un detalle clave. La médula no estaba seccionada, sino contusionada. Si se hubiera producido el primero de los casos, Esteve no habría caminado nunca más.
«No puedo hacer un pronóstico de ninguna de las maneras. Cada caso es único. Aquí las estadísticas sirven para muy poco. Unos han mejorado, otros no...». A día de hoy, es imposible saber si el piloto de KTM podrá volver a hacer una vida normal. «Puede recuperarse al 100%, o al 0% ciento», sentenció el galeno.
Según los médicos que le han atendido durante estos últimos seis días en el Vall d'Hebron, Esteve ha mantenido en todo momento una gran entereza, pese a conocer desde el primer momento la gravedad de sus lesiones. «Es una persona animosa, y de carácter. Estaba sereno antes de que le practicáramos la intervención, pese a que es absolutamente consciente de su estado», explicó Villanueva. El piloto ha participado activamente en todas las decisiones médicas que se han ido tomando durante estos últimos días. «Él opina y decide», apuntó la doctora Solans.
La todudez de Isidre Esteve está siendo uno de sus grandes aliados en esta última batalla. Sus compañeros de penurias en cualquiera de las nueve ediciones del Rally Dakar que ha disputado el piloto o en los durísimos aunque menos mediáticos campeonatos de enduro, no se cansan de alabar su coraje. Aunque ese carácter casi temerario a punto estuvo de acabar con su vida el pasado sábado.
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