RAMON SANMARTIN
SAN SEBASTIAN.-
La izquierda abertzale comenzó ayer a abonar el terreno ante la previsible ilegalización de Abertzale Sozialisten Batasuna. El líder radical, Arnaldo Otegi, lanzó un órdago al Gobierno central y advirtió de que vetar esta formación supondría «decir no» al proceso y a «la solución» así como expresar una apuesta por «volver a recetas del pasado». Además, eludió referirse a la posibilidad de que ETA actúe en las próximas fechas y se limitó a señalar que el «gran atentado contra las libertades democráticas» sería ilegalizar su nuevo partido político.
Otegi realizó esta advertencia a sabiendas de la intención de la Fiscalía del Estado de presentar la próxima semana la demanda de ilegalización en el Tribunal Supremo contra la nueva marca política abertzale. Una demanda que, en caso de salir adelante, supondría, tal y como se encargó de racalcar Otegi, «decir no» al «proceso», «la solución» y el «diálogo político», así como dejar como única «alternativa» la vuelta «al pasado».
El portavoz de Batasuna defendió que la nueva plataforma no se trata de un «señuelo» ni de un intento de «marear la perdiz», sino una simple «marca legal» que garantice a la izquierda abertzale tener una «representación electoral» y poder estar «en un proceso democrático en igualdad de condiciones». Así, afirmó que ASB cumple «todo» lo recogido en la Ley de Partidos y recordó que el registro de estas siglas ha sido una «demanda» reiterada por parte del Gobierno central y del resto del partidos políticos.
Agresividad
Por este motivo, Otegi mostró su «preocupación» e «indignación» ante las críticas respuestas generadas por la inscripción de Abertzale Sozialisten Batasuna en el registro del Ministerio del Interior. «¿Por qué cada vez que la izquierda abertzale da un paso en positivo le responden con mayor agresividad?», se preguntó.
Asimismo, el líder de la formación ilegalizada defendió el nombre y la composición de ASB ya que, según dijo, su intención es presentarse «de cara» y no con «disfraces» a las próximas elecciones. «¿Quién iba a registrar una nueva formación política, las Nuevas Generaciones?», planteó, para luego advertir que «si alguien quiere mantener un proceso con la izquierda abertzale tendrá que ser capaz de reconocerla tal y como es como interlocutor, con todos sus derechos».
El dirigente abertzale no quiso pronunciarse acerca de una futura acción de ETA en el futuro, aunque sí denunció la existencia de un «interés» por desviar la atención a «lo que hará» la banda terrorista. Otegi se permitió un juego de palabras y aseguró que sí que «va a haber un gran atentado», aunque éste será «contra las libertades democráticas», señaló en alusión a la previsible ilegalización de ASB. El dirigente radical opinó que esta actuación es «la agresión» y «el atentado más grande» que puede darse en los próximos días y reafirmó que, para la izquierda abertzale, ETA sigue manteniendo «el alto el fuego permanente».
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