PAMPLONA.-
Uno o varios desconocidos lanzaron en la madrugada de ayer tres botellas incendiarias contra la sucursal que Caja Rioja tiene en Orkoien, localidad próxima a Pamplona.
Según informó la Delegación del Gobierno en Navarra, todos los indicios apuntan a un acto de violencia callejera.
El ataque ocasionó daños en el sistema electrónico del cajero que, aunque sigue operativo, posiblemente tendrá que ser sustituido. La Guardia Civil recabó durante la noche pruebas y testimonios de vecinos, con el fin de averiguar el paradero de los autores, informaron las mismas fuentes a Europa Press.
La Delegación del Gobierno mostró su «rotunda condena» a unos actos «tan incívicos y antidemocráticos como estériles a efectos de presionar o coaccionar a la sociedad».
Esta misma sucursal ya fue objeto de otro ataque hace tres semanas.
Por otro lado, la Guardia Civil dejó ayer en libertad a Julián Larrañaga, uno de los ocho detenidos el pasado miércoles en el marco de la operación antiterrorista contra el nuevo 'comando Donosti' de ETA, que se desarrolló en Guipúzcoa, Alava y Navarra y que continúa abierta.
Así lo indicaron a Efe fuentes de la investigación, que precisaron que Larrañaga fue puesto en libertad tras prestar declaración, lo que, al cierre de esta edición, seguía haciendo el resto de detenidos por su supuesta relación con este comando, que no había comenzado a actuar, pero que poseía diverso material para cometer atentados.
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