CARMEN REMIREZ DE GANUZA
MADRID.-
El PP dio fe ayer de que el merchandising de las elecciones democráticas, con el tiempo, no sólo ha llevado a los partidos a igualarse, sino incluso a intercambiarse sus señas de identidad.
A medida que el PSOE ha ido adoptando tonos más azulados en su antigua escenografía rojiza, el PP se ha deslizado progresivamente hacia los colores chillones y bermejos. Nada más pasar a la oposición, durante las elecciones europeas de junio de 2004, a los populares se les ocurrió resucitar el naranja de la UCD y combinarlo, a modo de travesura, con el azul tradicional y sociológico del centroderecha.
Pero ayer dieron un paso más. Por obra y gracia de un equipo de publicidad y previo aporte de talonario -el presupuesto de la campaña supera los 25 millones de euros-, dieron una patada simbólica a la antigua imagen corporativa para apostar por una cartelería monocolor: el naranja.
Una única tonalidad y un lema de una sola palabra: Confianza, cuyas nueve letras fueron ayer ceremoniosamente descubiertas en la sede del PP por el director de campaña, Pío García-Escudero, y los dos secretarios ejecutivos de Organización y de Comunicación, Sebastián González y Gabriel Elorriaga, respectivamente.
Con ambos elementos -el color y el eslogan- y pese a su parecido, el PP no persigue identificarse con la imagen de un chiringuito de la banca privada, sino llevar a todas sus candidaturas una «idea-fuerza» que contraponer a la España de Rodríguez Zapatero.
Y es que, tal y como explicó ayer García-Escudero, frente al «alejamiento» y la «desconfianza» que genera el actual Gobierno, el PP quiere transmitir «firmeza, determinación, convicción, certeza, tranquilidad, empuje, seguridad y esperanza».
Si en 1999 y en 2003 el PP hizo unos eslóganes continuistas -Sigamos mejorando; Por las personas, por ti-, en 2007 ha apostado por un mensaje de oposición más o menos subliminal. No es ya ningún secreto que Rajoy quiere dar a las primeras elecciones de carácter nacional tras la derrota de 2004 un carácter de primarias y preparatorias de las generales. De ahí que, pese a la multiplicidad de «problemas reales» que contendrá su discurso de campaña en toda España, y de las «soluciones» que -a diferencia del PSOE- recogerá de un único programa marco, el PP atacará por el flanco, a su juicio, más débil del adversario: el nacional.
Con nosotros, ustedes saben a qué atenerse, vienen a decir con su eslogan los populares, quienes sólo en segundo lugar desafían con este mensaje de «confianza» la propaganda socialista sobre las pretendidas mentiras del PP.
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