PATRICIA DEL GALLO. Corresponsal
OVIEDO.-
Los servicios sociales del Principado tienen a su cargo a un niño de 10 años que estaba bajo el cuidado de sus abuelos, porque había llegado a pesar 100 kilos. Según se ha sabido ahora, la tutela fue asumida temporalmente por la Administración el pasado mayo, después de que, tras varias advertencias acerca de la sobrealimentación del menor, la familia no hiciera caso.
Según confirmó ayer la Consejería de Bienestar Social, el niño recibía una alimentación excesiva e inadecuada que le estaba provocando problemas de salud. Ahora la Administración trabaja con sus abuelos, que tenían al niño en régimen de acogida, para que se den cuenta de los problemas que puede tener su nieto por la mala alimentación y para que aprendan hábitos más saludables. Cuando crean los responsables de la Consejería que ya están preparados, recuperarán la tutela del pequeño, según confirmaron ayer. En ese momento se escuchará la opinión del menor, aunque ésta no será vinculante. De momento, sus abuelos le visitan regularmente.
Desde que el pequeño está bajo responsabilidad de la Administración, ha bajado 20 kilos de peso, asiste a clase en el mismo centro y su evolución es «muy favorable».
Fue el colegio en el que estudia el niño el que dio la alarma, ya que no sufre ningún trastorno endrocrino que motivara su sobrepeso. El informe médico dice que éste se debe sólo a una alimentación mala y excesiva.
El niño estaba siempre muy cansado y tenía dificultades para practicar ejercicio. Por ello, la directora del Instituto Asturiano de Atención Social a la Infancia, Gloria Fernández, ha asegurado que la decisión de la Administración no responde a una «cuestión estética», sino a «atajar un problema de salud».
Sin embargo, también ha dicho que el peso del niño era sólo uno de los factores que condujo a tomar una decisión tan drástica. Al parecer, el pequeño no realizaba sus revisiones médicas periódicas y no había recibido las vacunaciones según el calendario establecido por Sanidad.
Los abuelos ya habían sido advertidos en más de una ocasión de que si no cambiaban sus hábitos con el niño se tomarían con ellos medidas más drásticas, pero parece que los padres de la madre del menor no entendían la gravedad del problema. Así, en mayo de 2006 el Principado asumió la tutela, que no significa, aclaró la Administración, una retirada de la patria potestad, para garantizar al niño el «derecho a la salud».
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