El principal imputado por la muerte del agricultor Juan Martínez Galdeano en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería), el teniente José Manuel Rivas, no será condenado por homicidio.
El agente al mando del acuartelamiento, para quien se pidieron entre 10 y 12 años de prisión por los delitos de homicidio doloso, atentado contra la integridad moral y omisión al deber, se enfrentará a una pena máxima de entre dos y cuatro años después de que la acusación particular anunciara ayer que dejará su solicitud en «lesiones con resultado de muerte».
La reducción anunciada por el letrado de la familia del fallecido, José Ramón Cantalejo, llega tras el testimonio de los forenses que realizaron la autopsia, que en la sesión del jueves corroboraron que Galdeano había fallecido por ingerir cocaína y no por los golpes recibidos.
Ninguno de los nueve guardias civiles imputados por la muerte de Juan Martínez Galdeano será condenado por homicidio. La acusación particular anunció ayer, a la salida de la Audiencia Provincial de Almería, que rebajará la petición de condena para el principal acusado, el teniente Rivas.
José Ramón Cantalejo afirmó que el testimonio de los forenses, que confirmaron que el agricultor había muerto por ingerir drogas, «impide mantener el dolo por homicidio imprudente». Ahora solicitará para el teniente entre dos y cuatro años de prisión por «lesiones con resultado de muerte», en vez de los 10 que pedía en la calificación inicial.
«Con el teniente, perfectamente se pueden mantener entre dos y cuatro años. Se puede dejar el abuso de autoridad en la mitad superior, que serían tres años, de manera que podríamos conseguir su ingreso en prisión» y que sea expulsado del Instituto Armado, afirmó. Según detalló, para el resto de agentes imputados habrá que estudiar «caso por caso», con objeto de «reestructurar» las calificaciones provisionales.
El anuncio de la acusación llegó después de que las partes visionaran en sesión privada los DVD con imágenes inéditas extraídas de los discos duros del cuartel, grabadas la tarde en la que falleció Galdeano.
Para Cantalejo, lo que allí se ve «no tenía trascendencia», motivo por el que se decidió prescindir de la muestra pública. «Es muy parecido a lo que ya se había visto que, con honradez, era lo más importante», declaró cuando fue preguntado por el contenido de las grabaciones.
Tanto la acusación particular como la popular lo definieron como «significativo», pero «no lo suficientemente trascendente» como para «producir un cambio radical» en el transcurso de la vista.
Las nuevas grabaciones
Las nuevas grabaciones que han aparecido durante el juicio sólo las ha considerado relevantes el abogado de la acusación popular, Jaime Sanz de Bremond en contra incluso del abogado de la familia del fallecido.
El letrado aseguró que las nuevas imágenes de las cámaras del acuartelamiento revelan la hora de llegada de la grúa municipal para retirar el coche del fallecido. Esto desmontaría, a su juicio, la causa de detención del agricultor esgrimida por el teniente Rivas: el acusado declaró en la primera sesión que la orden para retener al fallecido llegó porque suponía un peligro para terceros en caso de coger el coche -debido a la ingesta de cocaína-.
Y es que la detención llegó minutos después de que llegara la grúa, a las 16.46 horas del 24 de julio de 2005.
Sanz de Bremond reveló que las imágenes inéditas permiten comprobar, asimismo, que Martínez Galdeano «permaneció tranquilo hasta que lo intentan meter en el coche patrulla y pilla la mano a la agente».
Es entonces, continuó el letrado de la acusación popular, «cuando el fallecido entra en delirio agitado y el resto, en delirio colectivo».