Lo que enseñó a los distintos alcaldes, entre los que se encontraban el de Lisboa, Milán, Montevideo, Singapur, Sarajevo o Abu Dhabi, es la diferencia entre un río Manzanares sin coches y otro, el de hace años, lleno de tráfico (como se observa en las dos fotografías). Eso sí, para ello utilizó una pantalla gigante y un vídeo promocional que ayudó a que los regidores se hicieran una idea de lo que se ha cambiado en dos años, después de 32 años viendo pasar los coches por las ventanas de estos vecinos.

Y eso que faraónica ya había sido la entrada del alcalde. El himno de la alegría se escuchó justo en el momento en que la comitiva internacional pisaba el túnel mientras el escudo del Ayuntamiento de Madrid, proyectado en el techo, se mezclaba con saludos de bienvenida en los idiomas de los invitados. Después, hasta tres responsables del proyecto explicaron cosas como «la recuperación de los cinco puentes de la capital» o «la mejora de la calidad del aire que supone la obra» o «el gran parque que se formará hasta Getafe gracias al soterramiento».

Lágrimas

Aplausos, sonrisas, orgullo en cada gesto y lágrimas de emoción en los ojos de Ruiz-Gallardón. Y el mismo discurso (casi literal) que el que ha hecho el alcalde en otras grandes inauguraciones como el by-pass Sur o la otra dirección de este mismo túnel.

«Muchos dijeron que era una utopía y dijimos que sí, que era una utopía, pero que éramos capaces de gestionarla», arengó el alcalde agradeciendo el trabajo a las empresas, a su Gobierno y a los vecinos afectados por las obras durante 22 meses. «No hay ninguna meta que esta ciudad se proponga y la abordemos juntos, que no podamos realizarla», añadió.

Casi una a una mencionó las calles que más problemas han sufrido con los trabajos de la M-30 pero aseguró que, en total, el túnel del Nudo Sur, de casi seis kilómetros de longitud, beneficiará a un millón de personas entre viajeros y vecinos. Directamente, a los 107.000 vehículos que transitan diariamente por esta zona.

En total, el Ayuntamiento ha invertido 522 millones de euros para eliminar los vehículos de este lado del Manzanares, casi 50 millones por kilómetro soterrado, con el objetivo de liberar al río y a las zonas verdes que hay a su vera del humo de los coches.

Sin embargo, los que no se salvaron ayer de alguna retención fueron los usuarios de este túnel que sólo han podido utilizar dos de sus cuatro carriles y la mitad de las conexiones de las que dispone. Además, la salida de la M-30 con la carretera de Toledo aún no está operativa.

Los carriles estarán abiertos a la vuelta de las vacaciones, según las previsiones municipales, y las conexiones se irán poniendo en funcionamiento conforme terminen las obras que se retomaron ayer al terminar la apertura del túnel a las 13.10 horas.

El alcalde de Lisboa, Antonio Carmona, aseguró ayer tras visitar el túnel de la M-30 que se trataba de «una obra fantástica» y que «va a mejorar la calidad de vida de muchos ciudadanos y la calidad ambiental». Según el regidor de la capital del país luso, «es obligatorio en una ciudad que crece, que se adapten las infraestructuras».

Sin embargo, Carmona quitó importancia al tamaño del subterráneo y aseguró que estaba «acostumbrado» a ver obras de este tipo.

Como puntos fuertes del proyecto, el alcalde lisboeta apuntó la «señalización, mucha ventilación y una de las zonas más modernas». Además, aseguró que «lo más importante es la seguridad».

Hasta el 11 de mayo, fecha límite que se dio el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, para inaugurar todos los tramos de la M-30 (antes del inicio de campaña), le quedan al regidor cortar varias cintas: concretamente tres tramos grandes y varias conexiones de los túneles ya operativos que se irán poniendo en marcha sin hacer un acto de inauguración.

Los tramos que están todavía en obras son el túnel sur del by-pass Sur, la unión de la M-30 con Sor Angela de la Cruz (en el distrito de Tetuán) y la conexión de Embajadores con la M-40. Durante los días que quedan también se irán poniendo en funcionamiento los ramales que ahora están cerrados.

6 Km. El subterráneo en sí tiene casi seis kilómetros de distancia entre Marqués de Monistrol y el Nudo Sur. Además, hay que añadirle otros cuatro kilómetros de ramales que darán acceso a toda la ribera del río.

132 cámaras. El tráfico estará vigilado por 132 visores que están conectados con el centro de control de pantallas.

9 ramales sin abrir. De las 16 conexiones que tiene este túnel, sólo están operativas ahora siete. El resto (desde Pirámides hasta la glorieta de Cádiz) se irán poniendo en marcha conforme se acaben los trabajos.