Rusia pidió ayer a la ONU un informe independiente sobre la crisis desatada por la detención de los 15 militares británicos en Irán. «El incidente requiere un minucioso estudio, dadas las valoraciones opuestas de Londres y Teherán de este conflicto y sus discrepancias sobre las coordenadas del lugar donde fueron detenidos los militares», señaló la Cancillería rusa en una nota. Como Londres sostiene que cumplían un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, Moscú considera que el informe lo debe preparar la Secretaría de Naciones Unidas. Según la Cancillería, esto es lo que declaró el viceministro ruso de Exteriores, Alexandr Yakovenko, al embajador británico en Rusia, Tomi Brenton, quien ayer volvió a pedir la mediación de Moscú. El embajador recordó que Rusia mantiene unas relaciones especiales y una activa cooperación con Irán, y expresó la esperanza de su país de que Moscú «aproveche estas oportunidades para conseguir la libertad de los militares capturados».
Rusia es un importante socio político y económico de Irán y su valedor en la palestra internacional. La delegación iraní ante la ONU criticó la interferencia de terceras partes.
|