F. M.. Corresponsal
LONDRES.-
Hay ocasiones en que las agudas y duras viñetas de Peter Brookes en The Times se tornan crueles, sádicas. Dibuja y escribe sin piedad. El jueves, Blair aparecía en la página 21 -edición de Londres-, caricaturizado como un viejo pirata inglés. Va en un bote, junto a la ministra de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett. En su hombro izquierdo, un loro. Blair dice con el gesto adusto, duro: «¿Qué estáis haciendo vosotros en aguas iraquíes?». El loro le mira y repite preguntando a Blair: «¿Qué estás haciendo tú en aguas iraquíes?».
La prensa británica se ha puesto claramente del lado de su Gobierno -como hizo la oposición en el Parlamento- en la crisis de los marineros. Pero ello no es óbice para que las críticas se produzcan. Con dureza y firmeza.
Escribía ayer Simon Heffer en el conservador The Daily Telegraph que este gravísimo incidente ha dejado al descubierto «la debilidad del Foreing Office» y «la actuación lamentable de [nuestra] ministra de Asuntos Exteriores». Margaret Beckett está en el centro de todas las críticas por su tibia reacción en las primeras horas del conflicto. Beckett no estaba en Londres y cuando el Gobierno llamó a consultas al embajador de Irán en la capital británica, fue recibido por el subsecretario Peter Ricketts. Durante días, Beckett no mostró signos de dar un paso adelante, de tomar la iniciativa y de pedir explicaciones a Teherán. Fue cuando Blair dijo, el martes, que se «entraría en una fase diferente» si los marineros no eran liberados inmediatamente, cuando ella reaccionó. El miércoles, anunció que se congelarían las relaciones diplomáticas con Irán, excepto las encaminadas a resolver el conflicto.
Los medios no han dejado de incluir en sus análisis sobre el conflicto con Irán la Guerra de Irak. Matthew Norman escribía ayer en The Independent un artículo titulado: Hemos perdido la autoridad de dar lecciones a Irán. En él explica cómo la imagen que se vio por televisión de la soldado Faye Turney es la de una cautiva en buenas condiciones, bien tratada, frente a la de la cárcel de Guantánamo. Norman escribe: «La equivocada aventura de Irak deja a Reino Unido con pocos argumentos morales para responder con firmeza».
Sin duda, la crítica más dura fue la publicada ayer por Stephen Pollard en el Daily Mail. Sólo el título es un duro golpe para Beckett: ¿Es la ministra de Asuntos Exteriores más incompetente de la Historia de Reino Unido?, se plantea. El arranque del artículo no deja lugar a dudas de sus intenciones: «¿Ha habido recientemente un espectáculo más vergonzoso, deprimente y deshonroso que la imagen de Beckett protagonizando la reacción de nuestro país ante la detención de los marineros británicos?».
Nada, sin embargo, refleja mejor la situación de desesperación y desconcierto del Gobierno como la viñeta que Brookes publicó ayer: el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, regatea una y otra vez a un Blair paralizado y desesperado. El iraní, vestido con la camiseta de la selección de Andorra; el premier, con la inglesa. Las dos selecciones se enfrentaron esta semana y los ingleses sudaron para ganar. Brookes escribe: «Andorradinejad...».
|