L'HOSPITALET.-
Una sola red, que englobe todo el transporte público en el área de Barcelona. El candidato a la alcaldía de Barcelona por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Jordi Portabella, presentó ayer una propuesta para crear una «única empresa pública catalana que integre los Ferrocarriles de la Generalitat, Cercanías de Renfe, los tranvías y todo el metro existente» en el área Metropolitana de Barcelona para, de esta manera, crear «una región metropolitana sólida».
La propuesta de Portabella, que requiere un presupuesto mínimo anual de 200 millones de euros y que postula una ampliación en el horario del servicio del transporte público, incluye la creación de una red única de metro regional que vaya más allá de la comarca del Barcelonés y de la zona aeroportuaria y que esté bajo el mando de un único operador, según informa la agencia Europa Press.
Según el candidato republicano a la alcaldía barcelonesa, uno de los puntos esenciales «para extender la capitalidad a toda la Región Metropolitana es tener una buena comunicación entre todas las ciudades que integran esta área geográfica a través de un buen transporte público». Bajo este principio, Portabellaa señaló que su formación pretende que este metro, que uniría 19 líneas, «llegue a Vilanova, a Vilafranca, a Vic, a Manresa, a Igualada o a Mataró». Esta red, además, debería tener una frecuencia de entre de paso que oscilaría desde un minuto y medio a un máximo de un cuarto de hora. De igual manera, Jordi Portabella también señaló la necesidad de alargar la línea de Ferrocarrils de la Generalitat del Baix Llobregat entre las estaciones de Espanya, Gràcia y el Vallès. De llevarse a cabo esta iniciativa, los republicanos calculan que se podría duplicar la capacidad del sistema.
Por otra parte -y en declaraciones a Efe- el republicano defendió que el tripartito municipal funciona, y aunque «hay diferencias de criterio» éstas se manifiestan internamente. Portabella apunta como el momento más tenso del mandato la aprobación de la ordenanza de convivencia, que salió adelante con los votos de PSC y ERC y el respaldo de CiU, mientras que ICV, votaba en contra, lo que generó una crisis, que esta vez sí trascendió a la opinión pública.
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